Contra los fachas, fachas, fachas

Quizá tuvieran ustedes alguna duda sobre la conveniencia de ir a votar el próximo domingo o, en último caso, a quién. Pues echen ustedes un vistazo a la marcha del sábado de Matteo Salvini y su troupe de neofascistas en Milán, y rápidamente se les quitarán las indecisiones: hay que votar a la izquierda, no le den más vueltas, que son los únicos que les van a librar de que semejante caterva de fachas, fachas, fachas, como dice mi amigo José K., se hagan con los destinos de Europa.

Primero, en las europeas, como es evidente, pero también en las municipales o autonómicas, donde depositar el voto a la izquierda, a la que ustedes gusten, siempre que sirva para sumar, impedirá que el trío de Colón, sin ninguna vergüenza, como se ha visto en Andalucía, lleve a los pimpollos Casado y Rivera, por muy centristas que se proclamen, al abrazo mortal con los ultraderechistas de Vox, guiados a lomos del caballo de la Reconquista por el guerrero Abascal. Porque de imponerse semejante coyunda, no serán años de retraso los que nos aguardan, serán décadas y décadas hasta convertir esta colorida España de libertad y democracia que hoy vivimos en una copia cruel del ominoso blanco y negro franquista. Hace falta un empujón más para que Europa, nuestras ciudades y nuestras comunidades autónomas no caigan en sus manos.