Stallone: ''Rambo nunca quiso hacer política"
El actor ha estado en el Festival de Cannes presentando la nueva entrega de 'Rambo', junto a la actriz española Paz Vega
Cannes
Sylvester Stallone se ha convertido en la última gran estrella de Cannes. La crítica sesuda y enamorada del cine de autor, tiene sus guilty pleasures, y el actor de Rambo o de Rocky es uno de ellos. No es la primera vez que viene al festival y no será la última. Aquí, entre cine asiático, japonés y francés, también tiene su público. El actro dio una clase magistral en el Festival de Cannes en la que habló de Rocky: "Estaba condenado al fracaso", dijo con humor.
"Tuve que aprender boxeo, todo el mundo en la película trabajó prácticamente gratis. Se rodó en 25 días, por menos de un millón de dólares. Giraba en torno a un hombre solitario al que una mujer le hace renacer. No estaba concebido para hacer dinero", señaló el actor en una sala repleta de público.
De aquello han pasado 43 años. En vaqueros, camiseta y camisa de cuadros abierta, el estadounidense llegó a Cannes para presentar el último filme de otra de las sagas que han marcado su trayectoria, Rambo, en cuya quinta entrega, participa la actriz española Paz Vega, que ha posado junto al actor. "Aún está lidiando con la culpa de no haber podido rescatar a todo el mundo en Vietnam. Algo fruto del síndrome de estrés postraumático", contaba Stallone. La nueva película, que se estrenará en septiembre, se enfrentará a los cárteles mexicanos de la droga después de que la hija de unos amigos haya sido secuestrada.
Lo cierto es que la lucha ha sido un eje central en su filmografía, en la que estuvo nominado al Oscar por Rocky del año 1977 y la versión moderna de Creed, que empezó en el año 2016. Él lo achaca a su físico: "Sabía que mi tipo de físico me iba a limitar. A los estudiantes se les enseña a ser versátiles, y como teoría está bien, pero en la práctica no sucede así. Pensé céntrate en algo. Me gusta la mitología, el hombre contra sí mismo y el sistema. Intento no salir mucho de mi registro, porque hay gente que hace otras cosas mejor". Con esa máxima ha construido una carrera desigual, resultado también del funcionamiento del negocio en los ochenta y los noventa.
Stallone, a sus 72 años, también reconoció que ha aprendido de sus errores: "Puedes tener 100 ideas malas por cada una buena, pero todo lo que necesitas es una buena idea. El fracaso te hace más listo y el éxito a veces te vuelve más estúpido". Su propia familia se encarga de echarle en cara los títulos fallidos. "Mis hijas me preguntan: ¿Por qué hiciste esa mierda? Y yo les digo: ¿Cómo creéis que os pagué la escuela?", indicó en el penúltimo día del certamen cinematográfico, que este sábado desvelará su palmarés.
Cómodo en esa hora y media de conversación, demostró además que sabe reírse de sí mismo al afirmar que el accidente que tuvo al nacer le provocó problemas para hablar. Sus primeros directores no entendían qué decía, pero supo que era grave, bromeó, cuando el austríaco Arnold Schwarzenegger le preguntó qué acento tenía.
Stallone dejó claro que no piensa retirarse pronto: "Se me ocurren cuatro ideas de películas al día. El drama humano es inagotable", indicó el también director, que quiere que Cobra se convierta en serie de televisión. Tiene además nuevos planes para Rocky, una "gran idea" en la que la trama despega a partir del encuentro del protagonista con un tipo que está en el país ilegalmente.
"Siempre creo que va a ser el último, pero... La gente te comenta que no tienes nada que demostrar, pero yo siempre digo que sí. Nunca hay que dejar de golpear", recalcó Stallone, al que un aficionado le dio las gracias "por existir".