Un serio revés al relato del independentismo

Madrid

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha propinado hoy un serio revés al independentismo, sobre todo al relato del independentismo, basado en presentar al Estado Español como un estado represor, donde no se garantizan los derechos de sus ciudadanos, donde no hay separación de poderes y donde la calidad democrática es más que deficiente.

Pues bien el Tribunal de Estrasburgo, al que tanto nombran los independentistas, al que tanto miran como solución final para su situación, convencidos de que va a enmendar la plana a la justicia española, hoy les ha dicho algo tan obvio, como que España es un Estado de derecho. Donde hay una norma, la Constitución, cuyas leyes son de obligado cumplimiento.

La decisión del Tribunal Europeo es la respuesta a la demanda que presentó Carles Puigdemont y otros diputados contra la suspensión por parte del Constitucional del Pleno del Parlament de Catalunya que iba a proclamar la Independencia, porque creían que se vulneraba sus derechos a la libertad de reunión y de participación política. Y la respuesta es que en un Estado de derecho, democrático, como España las leyes y las normas hay que cumplirlas.

Esto que es una obviedad, dinamita el relato de los independentistas, a los que el Tribunal Europeo no cuestiona que quieran la independencia, pero les recuerda que hay que seguir los cauces legales y democráticos.

Puigdemont acudió a Europa para que Europa le dijera que las leyes hay que cumplirlas. Los independentistas en su relato hablan de la vulneración de derechos, pero obvian, voluntariamente, que detrás de cada derecho, en democracia, hay deberes que hay que cumplir.

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