¿Para qué billetes de 200 euros?

Madrid

El mismo día en que el Banco de España nos advierte que ahorramos poco y gastamos mucho, nos han presentado los nuevos billetes de 100 y 200 euros que entran en circulación. Suena a paradoja, porque para la mayoría de los españoles ahorrar es un espejismo semejante al de tocar alguno de estos billetes tan estupendos, más seguros, duraderos y manejables que los anteriores. Pero debe de ser que somos pobres, porque su circulación está aumentado anualmente un 8% de media, cuando aún andan rodando más de 13 millones de billetes de 500.

Como el común de los mortales, para realizar pagos de alto valor, hacemos transferencias o usamos tarjetas de crédito; como los cajeros, humanos o automáticos, aunque solicitemos una cantidad considerable nos la dispensan como mucho en billetes de 50; como en muchos establecimientos no se acepta el pago con ellos y como estamos tan apretados que resulta difícil imaginar masas de ciudadanos que salgan a dar una vuelta con billetes de ese valor, nos preguntamos quién y en qué circuitos se manejan estas monedas. Dice el Banco de España que es el dinero de los turistas. Sin negarlo, sospechamos que no solo. Y, aunque nos acusen de verlo todo negro, nos preguntamos qué necesidad hay de seguir imprimiendo billetes que pueden acabar siendo tan invisibles para el ciudadano corriente como para el fisco.