'Good Omens', ironía y sátira en el apocalipsis más surrealista
Entrevistamos a Michael Sheen y David Tenannt, protagonistas de 'Good Omens', la adpatación televisiva de la novela homónima publicada hace tres décadas por Neil Gaiman y Terry Pratchett y que Amazon Prime Video estrena este viernes 31 de mayo
Entrevista a Michael Sheen y David Tenannt, protagonsitas de 'Good Omens'. / Edición de vídeo: Bea Polo
Londres
Treinta años han pasado desde que Neil Gaiman y Terry Pratchett escribieran una novela titulada 'Buenos presagios' que reflejaba una particular visión del fin del mundo repleta de ironía en la que un ángel y un demonio establecen un vínculo especial entre ellos y forman una extraña alianza en contra de sus respectivos bandos para salvar al planeta del apocalipsis.
Tres décadas y varios intentos fallidos de llevar la historia al cine más tarde, Amazon Prime Video estrena de la mano de Neil Gaiman (showrunner de la serie) la adaptación televisiva de la historia con Michael Sheen y David Tenannt al frente interpretando a Aziraphale (el ángel) y Crowley (el demonio), respectivamente.
Junto al peculiar toque 'british' que aporta el constante humor del show, el motor de la serie son los propios Sheen y Tenannt, cuya química en pantalla es más que evidente a la hora de dar vida a dos seres sobrenaturales llenos de matices y grises que a lo largo de más de 6.000 años han desarrollado un cariño hacia lo humano (y hacia el que debería ser su rival) que les motiva a tratar de impedir que el anticristo, un niño de tan solo 11 años, inicie el apocalipsis y acabe con la vida en el planeta.
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Con motivo de la premiere mundial de 'Good Omens' celebrada en Londres, hemos entrevistado a Michael Sheen ('Masters of Sex', 'The Good Fight') y David Tenannt ('el décimo 'Doctor Who'), los dos protagonistas de la miniserie de 6 episodios que se estrena este viernes 31 de mayo en Amazon Prime Vídeo:
¿Alguno de vosotros leyó el libro original antes de aceptar el papel en la serie?
Michael Sheen: Yo leí el libro cuando se publicó, hace casi 30 años ya. Yo estaba en una escuela dramática aquí en Londres y ya había empezado a leer 'Sandman', otra novela de Neil, así que cuando vi que se publicaba este libro fui a comprarlo. Yo tenía 18 o 19 años y se convirtió en una obra fundamental para mí como lo es para mucha gente. Me uní a este proyecto como un fan del libro y sabía lo querido que era este libro y la expectación que había por la adaptación.
David Tenannt: Y yo vine de la dirección totalmente opuesta que Michael. No sabía nada sobre esta historia.
M.S: Odiabas el libro (risas)
D.T: (risas) Lo odiaba. Lo evitaba completamente. No, únicamente no lo conocía y de repente me llegó este guion maravilloso y quise aceptar el trabajo. Entonces quise volver atrás y descubrir el libro y fui totalmente transportado a este mundo tan loco y a estos personajes tan extraordinarios.
No es común que el escritor del libro sea también el showrunner de la adaptación. ¿Cómo fue el proceso y cómo fue trabajar con Neil Gaiman?
M.S: El showrunner está todos los días en el set de rodaje y estaba en el centro de cada decisión que se tomaba, trabajando con Douglas (Douglas Mackinnon, director de los 6 episodios). Creo que si lo hubiera hecho otra persona lo hubiera normalizado todo, porque es una historia muy loca y cualquiera la habría intentado meter dentro de una caja, mientras que Neil ha permitido que la serie tenga el espíritu de la historia original, así como el coraje de añadir cosas nuevas, muchos elementos que no están en el libro y no creo que haya otra persona que pudiera haber hecho eso.
D.T: Durante muchos años se intentó adaptar como una película, pero necesitaba ese espacio extra, esas horas extra de la serie. Parte de la maravilla de esta historia es que puede tener (giros y te lleva a lugares a los que no esperabas. Y creo que la historia necesitaba la valentía y la forma tan particular en la que funciona el cerebro de Neil para mantener todo esto intacto y que se mantenga el sabor de esta obra.
M.S: Neil sentía un sentido del deber tan grande hacia Terry Pratchett, porque Terry ya no está entre nosotros, y creo que eso le ha ayudado, porque lo quería hacer por Terry. Así que mientras que él viera que el espíritu de Terry estaba ahí y él hubiera dado su visto bueno se atrevería a jugar con las cosas y hacer algunos cambios.
Hablando sobre la sátira política, Neil Gaiman afirmó en una entrevista que la serie es "más apropiada ahora de lo que era hace 30 años". ¿Estáis de acuerdo?
M.S.: El mundo ha cambiado mucho desde entonces, ¿eh?
D.T: Sí. Sí que ha cambiado, y parece que hay un sentido de que el fin de los tiempos es algo muy accesible en estos momentos de la historia, así que sí, la historia se puede sentir como muy actual. No es el mismo mundo que había cuando el libro fue escrito, pero creo que cuando cuentas una historia reflejas el periodo en el que las estás escribiendo. Es difícil no darte cuenta cuando cuentas una historia sobre el fin del mundo en un momento complicado como este de esas connotaciones políticas. Es inevitable sacar esas conclusiones.
M.S: Y creo que no solo se ve en los peligros del fin del mundo, sino también en lo absurdo de nuestra historia, en lo loco que es todo... Puede pasar cualquier cosa en cualquier momento y creo que es así como nos sentimos en muchos momentos hoy en día.
La relación entre vuestros dos personajes (Crowley y Aziraphael) es un elemento muy importante de la serie. ¿Cómo definiríais esa relación?
M.S: Dependen el uno del otro.
D.T: Totalmente dependientes. Son el 'yang' de sus respectivos 'yins'. Han estado en la Tierra representando a sus bandos desde el inicio de los tiempos pero están prácticamente solos. No tienen a nadie más. Están prácticamente abandonados a medida que pasan los años y se han ido apartando de su gente. Además viven rodeados de gente mortal con la que no tienen casi nada en común, así que solo se tienen el uno al otro.
M.S: A pesar de que están rodeados de gente parece que están juntos en una especie de isla sobrenatural, unidos. Y solamente ellos saben lo que es eso, así que cada vez están más unidos.
A pesar de que la serie es sobre ángeles y demonios se puede ver que los personajes buenos no son tan buenos y los malos no lo son tanto. La moralidad humana juega un papel muy importante...
M.S: Totalmente.
D.T: Sí. A pesar de que son criaturas sobrenaturales son muy humanos si los comparas con el resto de ángeles y demonios. Son muy fundamentalistas. Tienen muchos matices. Han asumido que no todo es blanco o negro y que hay grises en la humanidad. Son casi los personajes más humanos de la serie.
M.S: Son sus defectos lo que les hace tan interesantes para el púbico y es también lo que hace tengan tanto apego por el otro.
Habéis trabajado en muchas series a lo largo de vuestras carreras, pero, ¿cómo es rodar en una serie de este tamaño?
M.S: No se parece en nada a lo que había trabajado hasta ahora.
D.T: Es una locura. Pero es maravilloso tener una serie de este tamaño en la que por ejemplo puedes tener una escena en la revolución francesa en la que habían construido de todo para el rodaje. Es maravilloso poder contar una historia de estas proporciones y tener los medios para hacerlo. Quizá no teníamos un presupuesto desproporcionado, pero hemos tenido un presupuesto muy bien utilizado.
M.S: En la mayoría de sitios en los que trabajas, incluso en aquellos en los que disfrutas mucho, siempre hay una escena que deseas que llegue. En 'Good Omens' todas las escenas eran así. Deseábamos que llegaran todas estas escenas porque nos iban a disfrazar e íbamos a hacer alguna locura, porque íbamos a ir a alguna localización muy interesante, porque la escena en sí era una escena brillante o porque compartíamos escena con algunos actores a los que admiramos... Todas y cada una de las escenas tenían algún elemento muy disfrutable.
Guillermo Nieto
Desde 2017 escribe en la sección digital de la Cadena SER