Vuelva usted mañana 2.0

undefinedVÍDEO: ROBERTO CUADRADO
Madrid
Los inventores de palabras ingeniosas, de los que el rey indiscutible es Luis Piedrahita, descubrieron hace ya mucho tiempo el término “burrocracia” como fórmula para describir las situaciones absurdas que a veces se plantean en un papeleo. La de hoy, que leemos en el diario El País, es de traca: Un grupo de científicos se ha quedado de momento -esperemos que sea solo temporal- se ha quedado sin financiación pública ¡porque falta una firma en el expediente!
Bueno, la verdad es que la historia ya comenzó antes, cuando algunas solicitudes fueron rechazadas porque el tamaño o el tipo de letra no eran exactamente los que se pedían. Muy bien, se envían otra vez los papeles -corregidos- a la agencia estatal de investigación, pero es que ahora resulta que falta la firma del responsable.
Y ahí tenemos a nueve científicos del CSIC literalmente colgados porque, en sus trabajos, la financiación pública es una cuestión de vida o muerte. Yo no sé cómo va a acabar esta historia ni tampoco quién tiene la culpa, posiblemente se trate de varios errores o malentendidos, pero ojalá no tengamos que entonar un “vuelva usted mañana” 2.0 porque el artículo publicado por Larra con este título data de 1833. Y eso, sinceramente, ya nos queda un poco lejos.




