Cristina García Rodero, la niña que siempre llegaba tarde

Madrid

Sus padres tenían una joyería en Puertollano con la que sacaron adelante a los 7 hijos. Cristina quería ser pintora y cogía la cámara de su padre para hacer fotos a las hermanas o a los gatos. Se compró su primera cámara en Ceuta y empezó a fotografiar fiestas populares.

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