Envenenados y amenazados

Madrid

Hace casi 40 años, España vivió un caso de envenenamiento masivo por el uso ilegal de aceite de colza, que provocó más de 1.000 muertos, afectó a otras 20.000 personas y generó una alarma social sin precedentes. Pero como suele ocurrir, la memoria es frágil y el tiempo va enterrando poco a poco las historias.

Eso es injusto, claro, porque en el caso que nos ocupa: primero se tardó en identificar la causa del problema y después el camino judicial para las indemnizaciones resultó más largo aún, y con un resultado, digamos -siendo generosos en la expresión- que poco satisfactorio para los afectados, para todo lo que habían perdido.

¡Ojo! Estamos hablando de personas con secuelas físicas y neurológicas muy serias, que en algunos casos suponen incluso una invalidez permanente. Pero es que ahora resulta que en la Comunidad de Madrid, donde residen la mitad de esos afectados, -unas 10.000 personas- pues resulta que un problema entre la Consejería de Sanidad y el Colegio de Farmacéuticos amenaza con perjudicarles directamente a ellos. Es muy sencillo: estos enfermos tienen gratuitos los medicamentos para sus dolencias, pero como las farmacias hace más de un año que dicen que no cobran de la comunidad, pues amenazan con cobrarles los medicamentos a los enfermos ¡a partir del lunes!

Es tan grande el despropósito que solo espero y deseo que la enajenación colectiva que parece afectar últimamente a la clase política española, no se cobre encima unas víctimas tan inocentes. Esto no serían daños colaterales, serían directamente inmorales.