A falta de proyecto, polarización
Josep Ramoneda analiza la actitud política de Ciudadanos, las discrepancias de Junts per Catalunya con Esquerra Republicana y el nuevo gobierno de Mitsotakis en Grecia
A falta de proyecto, polarización
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Barcelona
Provocar el enfrentamiento con el enemigo para presentarse como víctima. Puesto que el enemigo a menudo caía en la provocación, la operación daba resultado a través de las redes y de un sector de los medios de comunicación entregado a este juego. Y así Ciudadanos iba ocupando portadas al tiempo que entraba en una vía de radicalización imparable. Esto que estaba a la vista de todos, ahora sabemos que es una estrategia de comunicación perfectamente estudiada y ordenada, que ha sido ratificada por la dirección del partido. A falta de proyecto, polarización. Dicen que así se triunfa en la época de las redes sociales. Hasta que la gente se canse, ve el truco y los dirigentes pierden autoridad y respeto. Ahora se entienden mejor las fugas de dirigentes de Ciudadanos. La política democrática es otra cosa. Y la polarización sistemática, la destruye.
El independentismo, mal que bien, se mantenía unido mientras vivía en la fantasía que el éxito estaba al alcance de la mano. Cuando chocó contra el muro del Estado en 2017 se pusieron inmediatamente de manifiesto los límites de las pulsiones unitarias. Y sólo la situación de los presos permitía mantener la ficción. Pero las elecciones municipales han mostrado la crudeza de la lucha por el poder entre vecinos. 43 alcaldías catalanas han sido fruto de pactos de Junts per Catalunya o de Esquerra con los socialistas, excluyendo al otro partido independentista. Ha sido cuando la pelea ha alcanzado la Diputación de Barcelona que ha estallado la bronca. El botín era demasiado grande para que el perdedor, Esquerra en este caso, se callara.
Eterno retorno de las grandes familias, Mitsotakis recupera el poder en Grecia para la derecha. Tsipras se plegó a las exigencias de austeridad de Bruselas. Y esta claudicación más los incendios y Macedonia, se han llevado a Syriza por delante. Pero cuidado con los entierros precipitados. Syriza, a pesar de todos los desastres, reúne 31,5 por ciento de los votos, un porcentaje superior al del PSOE, por ejemplo. Es decir, existe. Y liderará la oposición. ¿Fin de una época o simple alternancia? Hay mucha prisa en dar por liquidada a cierta izquierda en Europa.