El gran error naval
Es bien sabido que uno de los tipos de guerras que más nos gusta a los españoles son las civiles. Pero a veces, también nos hemos matado por accidente. Como, por ejemplo, la noche del 12 de julio de 1801

DEA / G. DAGLI ORTI (Getty Images)

España
Pese a que Francia era en esos momentos una República que había ejecutado a sus reyes borbones, nuestro rey borbón, Carlos IV, firmó un pacto militar con el cónsul francés, Napoleón Bonaparte. El pacto era esencialmente para que los barcos españoles lucharan también contra los británicos. Y a eso iban el San Hermenegildo y el Real Carlos ese fatídico 12 de julio. Una escuadra española se dirigía hacia Cádiz cuando el Real Carlos fue atacado por el HMS Superb, un buque británico. El San Hermenegildo, al ser de noche, confundió el barco contra el que debía disparar, y le dio con todo lo que tenía al buque lleno de compatriotas. El Real Carlos acabó explotando y hundiéndose, no sin antes propagar el fuego hacía el causante de su desgracia. Se salvaron unos 300 hombres entre los dos buques, pero 1700 fueron víctimas de lo que ahora llamaríamos “fuego amigo”.
En San Fernando, en Cádiz, hay una placa a la memoria del capitán Manuel Emparan, “Muerto en la voladura del navío de su mando San Hermenegildo en el combate del estrecho de Gibraltar”. Quienquiera que lo puso, tuvo la sensatez de no poner muchos detalles.




