La pobreza infantil no se va de vacaciones: 300.000 menores no pueden comer carne o pescado cada dos días

El verano es la estación del año donde más se acentúa la brecha que separa a los menores que tienen acceso a una alimentación equilibrada de aquellos que no tienen asegurado ni siquiera más de un plato al día. Es lo que se conoce como "HolidayHunger", el verano hambriento. Si para muchas familias los comedores escolares -que funcionan durante el período lectivo- se han convertido en la única herramienta para garantizar una alimentación equilibrada para sus hijos, su cierre durante los meses de verano supone para las economías familiares más vulnerables un sobresfuerzo económico en ocasiones imposible de asumir que tampoco garantiza una alimentación nutricionalmente adecuada: En España, 300.000 menores de dieciséis años no pueden permitirse un plato de carne o pescado al menos cada dos días, según la última encuesta de condiciones de vida del INE.

La encuesta, publicada a finales de junio, revela que hay 1,2 millones de niños en situación de pobreza severa y 2,4 millones se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión de un total de 8,5 millones de niños y niñas que hay en España. El 26´8% de los menores de 18 años y el 25,3% de los jóvenes de 18 a 34 años se encuentran en situación de riesgo de pobreza, una cifra por encima del 21,5% que se registra para el total de la población. Esta desigualdad tiene también un efecto territorial, con grandes diferencias entre las comunidades del sur y las del norte, como lo demuestran los datos, que dejan ver distintos ritmos y velocidades muy diferentes. Mientras que en Extremadura, Andalucía y Canarias la pobreza afecta a más del 40% de los menores, en País Vaso y Navarra afecta a algo más del 10% de los menores de dieciséis años.  

La imposibilidad de acceder al ocio también es un medidor de la pobreza

Pero la pobreza no solo se mide por la dificultad para acceder a una alimentación adecuada, también se mide por la imposibilidad de ir de vacaciones. Mientras en 2017, el 32,3% de los niños y niñas no pudieron disfrutar de al menos una semana de vacaciones, en 2018 ha aumentado hasta el 33,3%. Gabriel González-Bueno, responsable de Políticas de Infancia de UNICEF España, explica que "hay que evitar que los menores más vulnerables estén solos en sus casa y puedan tener opciones de ocio, que es lo que merecen los niños y niñas cuando acaba el curso".

El Defensor del Pueblo lleva varios años pidiendo a Comunidades Autónomas y Ayuntamientos que se coordinen y establezcan programas de garantía alimentaria para familias con menores en situación de mayor vulnerabilidad, especialmente en periodos no lectivos: hasta 275 recomendaciones a 147 organismos desde 2013. Desde entonces, municipios y CCAA abren comedores y han apostado por los campamentos urbanos que, además de ofrecer comedor, ofrecen alternativas de ocio durante la mañana.

En Hoy por Hoy hemos visitado un campamento urbano en el distrito madrileño de Villaverde y hemos conversado sobre pobreza infantil y los retos del gobierno para acabar con ella, con Pau Marí-Klose, sociólogo experto en el estudio de la pobreza y ex Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil.