Aire. Huir para respirar
La alta contaminación del aire obliga a muchas personas con enfermedades pulmonares a abandonar sus ciudades. Aquellas que no tiene la posibilidad de marcharse aguantan con serias dificultades.
Reportaje: Aire
13:26
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Madrid
Capítulo I: Aire. Huir para respirar.
Cada vez son más las ciudades españolas que superan los límites de contaminación fijados por la Organización Mundial de Salud y los niveles legales establecidos por la Unión Europea. En España cada año 10.000 personas mueren por la calidad del aire, 8 veces más que las que fallecen por accidentes de tráfico, según el último informe de la Fundación Alternativas. Las personas que padecen enfermedades respiratorias o cardiovasculares sufren las consecuencias directas de esta contaminación: María, Consuelo, Simón y Fernando cambiaron sus vidas y las de sus familias para poder sobrevivir a las dos ciudades más contaminadas de España: Madrid y Barcelona.
“Vivir en una ciudad contaminada es como fumar cinco cigarrillos diarios”, asegura el doctor Javier de Miguel, jefe de neumología en el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Por eso, los protagonistas de esta historia huyeron de las grandes ciudades para respirar un aire mejor. “Me hubiera muerto”, afirma Simón Segura, que pasó de un 37 % de capacidad pulmonar a un 54% desde que vive en Monterroso, un pueblo del interior de Galicia. Consuelo asegura que es “una superviviente”. Aun así, no solo las personas con enfermedades crónicas se ven afectadas por la mala calidad del aire. Según el doctor De Miguel, los grupos más afectados por la contaminación son niños y ancianos. Aunque respirar un mal aire afecta a todos y tiene consecuencias.