Gobierno de desesperación
"¿Estamos abocados a unas nuevas elecciones? Eso es lo que parece". Iñaki Gabilondo regresa con su opinión en la nueva temporada de 'Hoy por hoy'
undefinedVÍDEO: ROBERTO CUADRADO
Madrid
Cuando no hay nada que decir no debería decirse nada y desde hace meses no hay nada nuevo que decir sobre la investidura y la gobernación. Todo está como estaba y mirando hacia adelante tampoco se atisban novedades sustanciales. Ninguno de los actores ha reconocido haber cometido el menor error, por tanto no hay ningún motivo para esperar la menor rectificación de nadie y tiempo hay, porque quedan 20 días y eso son 480 horas. 480 horas todas ellas hábiles si se tiene voluntad de arreglo, pero yo no veo muchas ganas. No habrá gobierno de coalición porque la desconfianza entre los coaligables es insuperable pero tampoco es fácil conformar un gobierno de cooperación porque también en este formato es necesario un mínimo de confianza.
Gobierno de desesperación
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Así pues, ¿estamos abocados en unas nuevas elecciones? Eso es lo que parece. Sería así un desastre, un monumento ante la incompetencia profesional, la constatación de un fracaso, la traición a un electorado que el día 28 de abril creyó haber remitido un mensaje muy claro en clave progresista. Un coste muy alto para no resolver nada, con el agravante de que la sentencia a los líderes del procés y lo que arrastre llegaría con un gobierno en funciones y los partidos ferozmente enfrentados en precampaña. Pero fíjense lo que les digo, podría pasar a un algo peor: que para evitar unos comicios, PSOE y Unidas Podemos fuercen un acuerdo espejismo que más de un gobierno de coalición o de cooperación alumbre un gobierno de desesperación. Un gobierno ficticio de papel papel a merced del primer viento racheado. porque el naufragio de un mal apaño PSOE-Podemos lanzaría a la derecha y le llevaría el poder hasta que la princesa Leonor se abuela, por lo menos.