¿Trato de favor a Urdangarín?
Madrid
El juez de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León ha permitido que Iñaki Urdangarín, que aún no ha cumplido la cuarta parte de la condena, pueda salir dos días por semana para hacer labores de voluntariado en una institución dedicada al cuidado de discapacitados. La resolución la adopta a la luz de un artículo del Reglamento Penitenciario y la justifica el juez por la necesidad de evitar la “desocialización” del recluso fruto del aislamiento en el que vive como único hombre en la prisión de mujeres de Brieva. Y además se ha aplicado, según fuentes penitenciarias, a otros 263 reclusos en los seis primeros meses de este año, lo que disiparía la sombra de un trato de favor “por ser vos quien sois”.
Las dudas se suscitan porque, frente a esos argumentos favorables, el fiscal y la Junta de Tratamiento se opusieron a la medida por considerar que Urdangarín tiene “un pronóstico de reincidencia medio alto”. También cabe preguntarse, si el riesgo de desocialización está en su aislamiento, si nuestro sistema penitenciario no tiene otros recursos para corregir con garantías de seguridad la excepcionalidad de su situación en otra prisión. Y finalmente, sorprende la urgencia, porque a partir de diciembre Urdangarín podrá solicitar permisos ordinarios de salida - hasta 36 días al año -, lo que le permitirá retomar el pulso de la vida real, en todas las acepciones de la palabra.