'Ad Astra', el viaje espacial de Brad Pitt para 'matar al padre'
James Gray se acerca por primera vez al espacio en una odisea intimista e introspectiva que reflexiona sobre la soledad, la incomunicación, la masculinidad y el futuro de un planeta devorado por el capitalismo
El Cine en la SER: 'Ad Astra', el viaje espacial de Brad Pitt para 'matar al padre' (20/09/2019)
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Madrid
Brad Pitt vuelve con Ad Astra, una historia espacial que habla de la incomunicación y las relaciones padre e hijo dirigida por James Gray. El éxito de la serie Downton Abbey, culebrón británico de la alta sociedad y sus criados, ha hecho que ahora llegue la película. El resto de estrenos pasan por un homenaje a la música de Bruce Springsteen en Cegado por la luz y el terror viene con Ghostland. En cine clásico, repasamosla vida de Donald Sutherland, el actor que esta semana va a recibir uno de los premios Donosti en San Sebastián, y recordamos los 25 años del estreno americano de Pulp Fiction. En televisión, nueva serie española, Criminal, el procedimental paneuropeo de Netflix que dirige Mariano Barroso.
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Ad Astra (James Gray)
James Gray ganó el León de Plata en Venecia con solo 25 años. Después ha dirigido cintas como Two Lovers, Z, Ciudad perdida o La noche es nuestra. Ahora se acerca por primera vez al espacio. Lo hace con una obra intimista e introspectiva que transita por distintos caminos. Lo primero es que es una aventura espacial sustentada en la historia de un padre y un hijo. Brad Pitt es un astronauta atormentado por la pérdida de su padre, un célebre científico desaparecido en el espacio. Tras unos sucesos extraños, se embarca en una misión para encontrarle y cerrar parte de la investigación que su progenitor llevaba a cabo.
Decía Gray que es su propia versión de El corazón de las tinieblas, la novela de Conrad, porque habla de la búsqueda y del viaje, pero con mucha menos oscuridad y con el primer plano como bandera. En las imágenes de Gray está también la desolación que el capitalismo ha causado en el planeta. Un mundo agónico, sin recursos, otra constante del cine de ciencia ficción, como Elysium o Marte.
Después de relatos sobre la supervivencia, como Gravity de Cuarón, o sobre el futuro y el amor, como Interstellar, Ad Astra reflexiona sobre el futuro del planeta y sobre el deber y la familia, un debate al que se somete el protagonista, en una apertura a hablar de las nuevas masculinidades, como reconocía en Venecia el propio Brad Pitt. Matar al padre es otra de las lecturas de la cinta, una mirada freudiana que el director refleja de manera visual con la imagen de los dos astronautas, padre e hijo, unidos por una cuerda, como si fuera el cordón umbilical.
Downton Abbey (Michael Engler)
El cine busca hacer taquilla con el fenómeno de las series. Ficciones televisivas que acaban en películas para deleite de los fans que siguieron cada semana las historias de esos personajes. Ahora llega el turno de Downton Abbey, el culebrón de época que fascinó a medio mundo y se convirtió en una de las series favoritas de la crítica americana. Tres Globos de Oro y 14 Emmys lo atestiguan. La historia de la familia Crawley y sus sirvientes en la Inglaterra de los años 20 regresa para seguir tomándole el pulso a la aristocracia.
Julian Felowes, creador de la serie, está detrás del guión de este epílogo, más que secuela. Había que buscar un motivo para reunir de nuevo a todo el elenco, y en Reino Unido, ya se sabe, la monarquía es uno de los pocos temas de consenso. Eso, sí, la cinta juega, con humor, con las primeras voces que cuestionan a los reyes de Inglaterra, en esa época Jorge V y María de Teck.
Dirige Michael Engler, realizador que ya trabajó en algunos capítulos de la serie, para retratar la pomposidad de esa clase alta y la situación de los sirvientes, que viven su particular lucha con los ayudantes de la corte real ante la esperada visita de los reyes. Un drama clásico apoyado en la majestuosidad del castillo de Highclere, la mansión de estilo Isabelino en la que se rodó la serie, y con todos los aderezos habituales. Cotilleos, herencias, problemas de protocolo, pequeñas traiciones y romances. La cinta intenta condensar en dos horas lo que podría haber sido una temporada de la serie.
El mayor logro es reunir a todo el reparto original, desde Hugh Bonneville a Michelle Dockery y, por supuesto, Maggie Smith, la condensa viuda de Grantham se da un festín con sus frases lapidarias. La película huele a un adiós, pero deja la puerta abierta la sucesión. Downton Abbey es un regalo para los fans, el gran mérito de la serie fue que la audiencia empatizara con señores y sirvientes gracias a un equilibrio de las tramas personales. Para los novatos será más complicado entrar en una historia que exhibe el esplendor de la aristocracia británica pero también muestra sus dudas, contracciones y síntomas de decadencia.
Cegado por la luz (Gurinder Chadha)
Blinded By The Light, Cegado por la luz, está inspirada en una historia real, la de Sarfraz Manzoor, un enfervorizado fan de Bruce Springsteen desde que era un chaval. Sarfraz escribió un libro autobiográfíco que la directora Gurinder Chadha ha utilizado para hablar de algunos temas actuales que la tienen muy preocupada. “Lo que me inspiró para rodar la película es la forma en la que veo el mundo de hoy en día: la política que nos divide y, por supuesto en Inglaterra, el Brexit que ha traído consigo una polarización muy fea”.
La película está ambientada en los años 80 en la ciudad inglesa de Luton y en ella se refleja la situación que vivía por entonces Gran Bretaña. Las políticas sociales de Margaret Thatcher; la inmigración pakistaní; la irrupción cada vez mayor de la extrema derecha en las calles. El protagonista es un chaval de 16 años que no encuentra su lugar en esa sociedad hasta que un amigo le presta un casete de Bruce Springsteen.
Y, a pesar de sus primeras dudas, encuentra que las canciones del Boss reflejan todo lo que él siente. Porque Bruce Springsteen habla también de gente que se siente marginada; que lucha para sobrevivir en un sociedad hostil e injusta. Como ya hizo en Quiero ser como Beckahm la directora Gurinder Chadha vuelve a mostrar a un joven inadaptado, que tiene dificultades de integración en su instituto y que tampoco se lleva bien con sus padres.
Y solo gracias a la música de Bruce Springsteen conseguirá desarrollar su personalidad. “Si hacemos una película usando las palabras y la música de Bruce Springsteen también podemos aprovechar la filosofía de Bruce y cómo el poder de la música trasciende todas estas potenciales divisiones”, dice nuevo Gurinder Chadha.
El protagonista de la película es Vivek Kalra, un joven que apenas tenía experiencia cinematográfica cuando rodó la película. “Necesitaba hacer un poco de preparación porque el personaje es más joven que yo y es algo diferente que yo, pero recuerdo cuando leí el guion pensé que nunca leí algo con lo que me identificara tanto. Mi vida no es exactamente igual porque la suya es bastante trágica y muy triste. Leí el libro en el que se basa la película y eso me ayudó. Y es estupendo tener una gran cantidad de material como fuente que puedes usar y tomar cosas directamente, en lugar de inventar cosas”.
Cegado por la luz no es un musical como Mamma Mía. En la película las canciones de Bruce suenan en walkmans y tocadiscos y solo en un par de ocasiones saltan de esos aparatos a las calles. Es un film que, como la reciente Yesterday, utiliza canciones muy conocidas, en ese caso de los Beatles, para contar una historia de superación personal. Un viaje al New Jersey natal de Bruce Springsteen, pero sobre todo a la Inglaterra de los años 80. Dos lugares unidos por las canciones del Boss.
Ghostland (Pascal Laugier)
Pascal Laugier el director y guionista francés que hizo Martyrs en 2008 vuelve a la carga con una nueva película de terror, Ghostland, también conocida como Incident in a ghostland. Escrita por el propio director, el año pasado se convirtió en la gran triunfadora en el Festival Nocturna de Madrid consiguiendo el premio a mejor película de la sección oficial y el premio a mejor director. Se presentó también en la sección oficial del festival de Sitges y de la semana de cine fantástico y de terror de San Sebastián, y ganó el premio del público a mejor película y a mejor guion en el festival de cine de terror de Molins de Rei.
Ghostland narra la historia de Pauline y sus dos hijas adolescentes, Beth y Vera, que se mudan a una casa que han heredado. La primera noche que pasan en ella sufren un ataque salvaje por parte de un grupo de intrusos y deberán luchar por salvar sus vidas. 16 años después Beth es una novelista de éxito que aprovecha el horror de su propia experiencia, mientras que su hermana, víctima de desequilibrios mentales, sigue viviendo en esa casa con su madre. La vida de Beth es perfecta, hasta que un día recibe una llamada de su hermana. Las tres vuelven a reunirse allí y, mientras intentan sacar a una de ellas del mundo en el que se ha encerrado tras ese traumático suceso, se desata una ola de acontecimientos terroríficos.
Rodada en 2.35, este formato ancho incrementa la sensación de claustrofobia que nuestras protagonistas deben sentir encerradas en esa casa llena de muñecas, psicópatas y traumas del pasado. La cinta, con influencias de Lovecraft, en el fondo trata de hacer un retrato de la vocación de Beth, según cuenta Laugier, este personaje se construye entorno a la admiración que siente por su autor favorito, ese Lovecrfat al que se homenajea al principio de la película.
Dicen que el sello de identidad de Pascal Laugier son las altas dosis de violencia o gore dentro de un guion que esconde giros inesperados hacia la mitad de la cinta. Y en este caso no iba a ser menos, estamos ante una película con un giro inesperado y con considerable cantidad de violencia, aunque no tanto gore como en anteriores, al mismo tiempo que cuenta con un trasfondo dramático y psicológico.