Costa Gavras: ''En el cine somos muy machos, hacen falta más mujeres"
El director griego ha recibido el Premio Donostia a toda su carrera en el Festival de Cine de San Sebastián y ha presentado su nueva película, el drama político 'Comportarse como adultos', basado en las memorias de Varoufakis
San Sebastián
Es el gran exponente del cine político europeo. Costa Gavras ha usado distintos géneros para hablar de los grandes problemas del fascismo y el neoliberalismo, en películas como Z, Missing, Estado de sitio o, una de las más recientes, El capital. El director griego, que huyo a Francia desde joven, sigue combativo. Lo demuestra su última película, la tragedia de la política griega actual. Comportarse como adultos es la adaptación de las novelas de Varoufakis sobre las negociaciones entre Grecia y la Unión Europea. Este fin de semana ha recibido el premio Donostia a toda una carrera llena de buen cine y compromiso político.
¿Qué significa para usted recoger un premio Donostia a toda una carrera?
El premio significa que la gente que lo da acepta las películas que yo estoy haciendo y que les gustan. Eso me ha dado un coraje extraordinario. Tenemos siempre miedo con la película, porque claro es una película sin historia de amor, sin disparos, ni nada.
Con Comportarse como adultos, su nueva película, se acerca de nuevo a la política griega, después de Z, la película sobre el golpe de estado, ¿qué ha supuesto volver a hablar de su país en términos políticos?
Yo me fui de Grecia muy joven. Me escapé como de una prisión para vivir y no me interesaba nada Grecia hasta que los militares tomaron el poder. Entonces me sentí muy tocado y por eso hice Z. Esta vez pasó algo también que fue tremendo, y tremendo para la clase de la que provengo, una clase pobre que no tiene posibilidades y que siempre paga los platos rotos de todo. Quería hacer una historia y gracias al libro de Varufakis había una continuidad gramática, que explicaba lo que ocurre dentro de Europa, algo que no sabemos. Él lo sabe.
¿Cómo ha trabajado lo que cuenta ese libro?
No había actas de esas reuniones, pero él había grabado y apuntado. Cada uno cuando salía de la reunión decía lo que quería. Todo lo que está en la película es real, solo he hecho la labor de recortar los discursos para hacerlo todo más interesante para el espectador. Así vemos el interior de Europa, que no es muy bonito.
La película cuenta la división de la izquierda, una vez más...
La izquierda tiene un problema desde hace años. Ha pasado en Francia, en Grecia, en todas partes. La derecha no tiene problemas, siempre están juntos. La izquierda tiene que cambiar. El espíritu revolucionario tiene que cambiar, ya no funciona lo de destruir para volver a construir, ya no vale eso, hay que encontrar una fórmula nueva.
Y mientras la derecha está cada vez más fuerte...
La derecha tiene un modo de vida y continúa siempre bien. La izquierda no puede hacer lo que hace la derecha, ese ha sido el error. La izquierda tiene que dar una alternativa a la sociedad. Hay que cambiar y encontrar soluciones y no decir solo "hasta la victoria siempre".
Varoufakis, Tzipras, Lagarde, De Guindos, Junker, Barroso, salen todos los jerarcas de la Unión Europea, ¿fue difícil encontrar actores para tantos personajes reales que no cayeran en la caricatura?
La íbamos a hacer con actores más conocidos, también para lograr mayor financiación. Pero era ridículo tener a griegos hablando en inglés, así que buscamos a los actores por su nacionalidad. Eso nos ha permitido conocer a actores buenísimos en distintos países, en Grecia, en España y también en Inglaterra.
La tragedia siempre ha estado en la literatura griega, ¿usted ha hecho una película contada como tragedia o una sátira?
Es una tragedia como comedia, pero en la vida hay siempre comedia. Eso me parece importante para el futuro. Ver el ridículo y reírse de ello. Quiere decir que continuamos y podemos cambiar.
Usted es uno de los puntales del cine político europeo, ¿hay relevo en este género o es difícil en la industria actual?
Hay muchos, muchísimos. Cada uno mira a una parte de la sociedad que le interesa. Eso también es político, las relaciones entre nosotros. Hay muchos y lo más interesante es que al público le gusta. Eso no pasaba antes, solo era Disney y los vaqueros. Ahora quieren ver la sociedad en el cine. Los cienastas lo han entendido. Hay algo nuevo también: las mujeres hacen muchas películas y eso da una mirada diferente de la sociedad, han hecho entrar otra sensibilidad. Nosotros somos muy machos y necesitamos esa mirada.