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ESTRENOS DE CINE | 'Amazing grace'

El día que Aretha Franklin tocó el cielo

Casi 50 años después se estrena el documental 'Amazing Grace', la grabación del álbum más vendido de la artista. Un concierto de dos días en una iglesia bautista de Los Ángeles que el director Sidney Pollack nunca pudo montar

Fotograma de 'Amazing Grace', el concierto perdido de Aretha Franklin / CARAMEL FILMS

Fotograma de 'Amazing Grace', el concierto perdido de Aretha Franklin

Madrid

En 1972 ya era la reina del soul, un referente de la música negra que acumulaba éxitos (I never love a man the way I love you, Respect o I Say a Little Prayer). Pero Aretha Franklin sintió la necesidad de parar, de pensar en sus orígenes y volver a la música de su infancia, el góspel. Para ello organizó un concierto de dos días en una iglesia bautista de Los Ángeles que se convertiría en el álbum más vendido de su carrera.

La actuación también se grabó en vídeo. Formaría parte de un documental que encargaron a Sidney Pollack, el director empezaba a despuntar en el cine, pero cometió un error de principiante, olvidarse de las claquetas. 20 horas de grabación que nunca pudo montar. "Sí, los rumores son ciertos. Fueron los que llevaron a este desastre... Es como coger un collar que se enreda, el proceso ha sido ir deshaciendo esos nudos", admite Alan Elliot, antiguo productor de Atlantic Record y director empeñado en recuperar este tesoro cinematográfico.

Hipotecó su casa para comprar las cintas en 2007 pero hasta la muerte de la artista no tuvo autorización para su difusión. "El problema principal venía de que Sidney Pollack no llevaba claqueta en el rodaje y no podía sincronizar lo grabado. Por no admitir eso empezó a decir que había un problema con el contrato de Aretha Franklin, pero no era verdad, nunca me dijo que ese era el gran problema. Cuando trabajamos juntos, estuvimos mucho tiempo preocupados por el contrato, pero entonces descubrí esto después de que él muriera. Ella tenía un contrato, existía. Pero había creído todo esto, no era un problema de un papel, sino de sentimientos, no es cuantificable".

La desconfianza de Aretha hizo que se retrasara aún más su proyección. Con la tecnología actual, fue fácil remontar y sincronizar la imagen y el sonido, pero la artista no estaba por la labor. Hasta después de su muerte, Elliot no tuvo la autorización para la difusión de la cinta. "Repasando unas fotos me he dado cuenta de que fue solo tres semanas después del funeral, cuando mostramos la película a la familia. Ella estaba muy enferma, pero llegó a ver la película, lo que me han transmitido es que para ella fue genial, estaba muy agradecida porque le recordó la energía y el poder que tenía 40 años antes".

La cinta se configura como una ceremonia. Una expiación íntima. Una catarsis en la que Aretha Franklin despliega todo su repertorio acompañada de un coro, el reverendo Franklin y unos fieles entregados, entre los que se encontraba Mick Jagger. "Está todo centrado en Aretha, es una responsabilidad, Aretha no solo es una artista en esta película, está con su padre, en la iglesia, es la productora del disco, quiere ser ahora una estrella de cine. Están todas las cosas a las que aspira. Ha sido el disco más famoso de una mujer desde hace 40 años. Ella se graduó ahí, lo más sagrado era hacer un disco, en una iglesia, con su padre y con música góspel", recuerda Elliot en conversación con El Cine en la SER durante el Festival de San Sebastián.

El realizador nunca flaqueó en su empeño, pero era consciente de la responsabilidad. Un hombre blanco que debía respetar y homenajear el legado de la diva negra. "Ella luchó mucho por los derechos civiles, la justicia social, por ayudar a los pobres, se involucró mucho en este tipo de campañas. Esos movimientos siguen 50 años después, aunque hayan gobernado demócratas o republicanos. Aretha quería enfrentar la política en el sentido de hacer lo correcto. En general, estaba muy desilusionada con la gran política, como la mayor parte de América. Es importante mantener ese legado porque esas son las políticas que Aretha apoyaba", concluye.

Ahora por fin, casi 50 años después ve la luz un concierto mágico en que la artista funde su voz con su parte más espiritual. El resto es historia de la música, el día que Aretha tocó el cielo.

José M. Romero

José M. Romero

Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...

 
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