De Buenas a PrimerasUn mal día lo tiene cualquiera
Actualidad
Un mal día lo tiene cualquiera

J'accuse

Un día como hoy pero en 1894, el capitán Alfred Dreyfus fue condenado supuestamente por espionaje, pero en realidad fue solamente por judío

J'accuse

J'accuse

01:52

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000005761428/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Pocas cosas deben ser más frustrantes que ser encarcelado por un crimen que no cometiste. Peor aún debe ser que te adjudiquen ese crimen solo por tu raza o tu origen, como bien saben los cientos de afroamericanos que han cumplido condena en Estados Unidos sin tener otra culpa que la de no haber nacido blancos.

En Francia, el 15 de octubre de 1894, el capitán Alfred Dreyfus pagó muy caro el hecho de tener orígenes judíos. Los franceses, que habían sido humillados por Alemania en la guerra de 1870, estaban en un estado de paranoia desde entonces.

En 1894, una mujer francesa que limpiaba en la embajada alemana encontró una carta que afirmaba que unos documentos militares secretos iban a pasar de manos francesas a manos alemanas. La investigación que se llevó a cabo no merece ni ser llamada como tal. En función de lo encontrado, buscaron a un militar que se ajustara a lo que el ministerio de la guerra veía como el perfil que debía tener el culpable.

Y la víctima perfecta fue Alfred Dreyfus. Era judío y había nacido en Alsacia, un territorio de habla alemana que se disputaban los dos países. Cuando lo interrogaron, Dreyfus lo negó todo. Sus interrogadores incluso le sugirieron que lo mejor que podía hacer era firmar una confesión y pegarse un tiro. No lo hizo, y fue condenado a ser deportado a la Isla del Diablo.

Lo triste del caso es que gran parte de la prensa y la opinión pública encontraron leve la sentencia, demostrando ser aún más antisemitas que el ejército. Eso sí, salieron voces como la de Émile Zola, con su célebre artículo “J’accuse”, denunciando la fragrante ilegalidad de todo lo sucedido, particularmente cuando se descubrió al verdadero culpable del espionaje. Pero ni eso sirvió para exculpar a Dreyfus, que tuvo que sufrir 12 años de condena hasta ser rehabilitado.

Y todo por ser judío.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00