Sé que no se puede adelantar el tiempo, pero vamos a suponer que sí

Madrid

El ambiente está muy alterado. A veces pienso que tengo ganas de que pase el tiempo para que todo esto sea cosa ya del pasado. Sé que eso no es posible, porque no se puede adelantar el tiempo. Pero, al menos, durante un momento vamos a suponer que ya han pasado diez años y que todo ya se ha olvidado. Imaginemos que estamos en el año 2029, venga:

Buenas noches, Pepa, hija. Hoy se cumplen diez años de algo de lo que ya casi nadie se acuerda. Aquella sentencia del ‘Procés’, aquello que pasaba en Cataluña y de lo que todo el mundo hablaba los periodistas, la gente en la calle, en el taxi… Pero, hoy, ¿quién se acuerda ya de eso? La ventaja del tiempo es que pone las cosas en su sitio. Y, además, si uno se para a pensar cómo son las cosas se dará cuenta…

Bueno, pues no sé si así será el futuro. Pero con todo mi corazón, de verdad, deseo que así sea.