Andrés Pajares: una vida de risas y lágrimas
El actor publica su autobiografía titulada 'Mis memorias antes de que se me olviden'
Andrés Pajares: una vida de risas y lágrimas
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Madrid
Comenzamos nuestro encuentro con Andrés Pajares dándole una mala noticia: el fallecimiento del director Carlos Suárez, con el que trabajó en dos ocasiones haciendo de Makinavaja, el personaje creado por el dibujante Ivà para la revista El jueves. “Se me saltan las lágrimas. Me quería mucho y yo a él. Fue un placer estar a sus órdenes en esas dos películas, Makinavaja el último choriso y ¡¡Semos peligrosos!! (uséase Makinavaja 2). Para mí fue más difícil hacer de Makinavaja que de Paulino en ¡Ay, Carmela!”, dice emocionado.
Andrés Pajares acaba de presentar Mis memorias…Antes de que se me olviden, (editorial Almuzara), un libro autobiográfico en el que habla de sus casi seis décadas como artista. “Tengo 79 años y cuatro operaciones de espalda, pero sigo en activo. Los ‘Javis’ me siguen llamando para hacer alguna pequeña colaboración en Paquita Salas. Un papel protagonista me costaría trabajo porque el cine es muy duro. Prefiero el teatro”, nos cuenta.
Andrés Pajares nació en Madrid el 6 de abril de 1940. “A los nueve años me presenté a un concurso de esta casa, Radio Madrid. Había que escribir una historia y contarla y gané. El premio eran 25 pesetas y hacerme una foto en Gabarrón, el fotógrafo de las estrellas, que tenía su estudio en la calle de la Montera”, recuerda. Desde siempre quiso ser artista. Se le daba bien cantar e imitar voces y a los 17 años comenzó a trabajar en el York Club, hoy La Chocita del Loro, en la Gran Vía.
Pero antes de saborear el éxito a Pajares le tocó sufrir. “Era duro vivir en una pensión; robar un huevo para luego cocerlo en un hornillo y comerlo ahí; rifar una botella de anís porque no te pagaba la compañía de variedades. Era una vida como la de Carmela y Paulino en ¡Ay Carmela!”, afirma. Además, su primera mujer, Maby (María del Carmen Burguera), madre de su hijo Andrés, murió de un cáncer de pulmón.
En los años 60 llegó su gran éxito en la televisión, gracias a programas como Galas del sábado, presentado por Joaquín Prat y Laura Valenzuela, y después en el cine. Su primera película fue El marinero de los puños de oro de Rafael Gil, que contaba parte de la vida del boxeador Pedro Carrasco. Ha rodado más de cuarenta títulos, de ellos los más famosos, sin duda, son los que filmó a las órdenes de Mariano Ozores, y al lado de su inseparable Fernando Esteso. “Parece que las hice ayer. Voy por la calle y un chaval de catorce años me dice: ‘te he visto por la tele en una película de boxeo’. Es increíble. Eso te mantiene vivo. Yo personalmente me quedo con tres: Yo hice a Roque III, Los bingueros y Los energéticos, pero la que más éxito tuvo fue, sin duda, Cristóbal Colón de oficio…descubridor”.
Pero Andrés Pajares triunfó también en el cine “serio”. Carlos Saura le eligió para el papel de Paulino en ¡Ay, Carmela!, papel por el que ganó el Goya al mejor actor y el premio al mejor intérprete en el Festival de Montreal. “Saura fue muy generoso conmigo. ¡Ay, Carmela! es una tragedia, pero yo, gracias a la adaptación de la obra teatral que hizo Rafael Azcona, le di un tono de humor. Mucha gente no esperaba que ganara el Goya. Me gané un respeto”.
Gracias a su trabajo en ¡Ay, Carmela! le llegaron más ofertas. Me ofrecieron trabajar en el Teatro Español; hacer clásicos y no seguir mi línea, pero yo volví a mi show y seguí como lo que soy, un cómico”. Protagonizó Bwana de Imanol Uribe y Grandes ocasiones de Felipe Vega, “una película magnífica que me encanta”. Incluso Pedro Almodóvar, según cuenta el propio Pajares, le propuso protagonizar Tacones lejanos, el papel que luego hizo Miguel Bosé. “Fue una pequeña tomadura de pelo. No tiene importancia. Es mejor olvidarlo. Me llamó cuando yo estaba en Puerto Rico para que fuera el protagonista. A mí y a Esperanza Roy, pero luego cambió de idea”. También dirigió un cortometraje titulado Náufragos, que él mismo protagonizó junto a Laura Cepeda.
Andrés Pajares sigue muy pendiente del cine español. “Como soy académico me mandan las películas a casa y veo todo, pero si puedo voy al cine. Hace unos días vi Mientras dure la guerra de Alejandro Amenábar. Karra Elejalde está genial como Unamuno. Se sale”. No le gusta hablar de política, pero reconoce que la situación, sobre todo la de Cataluña, no tiene gracia. “Yo he trabajado mucho en Cataluña, rodé dos películas allí, las dos de Makinavaja, y tengo varios discos grabados que fueron número uno en los 40 Principales de Cataluña”.
De lo que no habla en el libro es de su vida personal, agitada hace unos años en los platós de televisión. “Algunos ven que hay el chollo en ir a una cadena de televisión y decir que fulano es un maltratador, un borracho o un drogadicto por dinero. Eso es denigrante y penoso. Aún así, soy muy querido. Soy un superviviente de ese tipo de cosas”.
Elio Castro
Licenciado en Historia del Arte y Máster en periodismo por la Universidad Autónoma/El País. Periodista...