Víctimas del acoso

Madrid

El viernes tiene que ser el mejor día de la semana para los chavales que sufren acoso escolar: porque pierden de vista a sus acosadores. Y esos chicos -y chicas- que esperan el viernes como agua de mayo no son pocos, a tenor de las escasas cifras de las que disponemos.

Más de 5.000 casos registrados en el teléfono del Ministerio de educación contra el acoso en lo que va de año, más de 700 denuncias formales, un centenar largo de detenciones; y eso es sólo la punta del iceberg, porque hay algunos estudios que aportan cifras aún más tremendas y además recogen una tendencia nefasta, pero cada vez más extendida, que es la de grabar agresiones y difundirlas a través de las redes sociales.

Hoy en ‘La Ventana’ nos hemos ocupado de este asunto a partir de dos historias que nos obligan a preguntarnos si realmente se hace todo lo posible para combatir el bullying, el acoso escolar, o si -como en otros problemas muy graves que tenemos- acaba fallando el sistema. Y acaban pagando las víctimas. Que, naturalmente, es lo último que debería ocurrir.