Manifestación ante la crisis del Mar Menor

Cartagena

En 2016 saltaban todas las alarmas por el estado de las aguas, que tomaban un tono verdoso nunca visto y una consistencia ligeramente viscosa. El fitoplacton había proliferado de una forma excesiva, causa de los nutrientes utilizados en la agricultura que acababan siendo arrastrados a la laguna, aumentando su turbidez e impidiendo que la luz llegase al fondo, matando en cierta medida un ecosistema muy particular y sensible. Es cierto que la situación mejoró ligeramente en 2016 y 2018, pero el pasado verano los niveles de clorofila volvían a aumentar. Las imágenes que podemos ver desde el espacio por parte de algunos satélites nos muestran unas aguas verdes muy distintas de las azules de su ‘padre’ el Mediterráneo.

Pero tampoco es una situación que venga de entonces, de este 2016. Se están pagando ahora las consecuencias de casi cincuenta años de desmesurado crecimiento urbanístico en toda la ribera, con ejemplos como La Manga del Mar Menor, la presión humana y, sobre todo, el cambio de modelo en la agricultura del campo de Cartagena, que pasaba del secano al regadío intensivo, y que cuenta con hasta 10.000 hectáreas de regadíos ilegales.

Los restos de la minería de la cercana Sierra Minera, la destrucción de los humedales característicos de la laguna, la proliferación de los barcos a motor y la ampliación de los canales de conexión con el Mar Mediterráneo también han puesto su granito de arena. Son muchas las causas que han llevado a que la laguna salada más grande de Europa, con 135 kilómetros cuadrados esté en la situación en la que se encuentra. 135 km cuadrados, 21 de largo y 14 en su parte más ancha

¿Qué es lo que está pasando?

El Mar Menor, que lleva años herido de muerte sufrió una nueva puñalada con las lluvias torrenciales causadas por las inundaciones de la DANA en el mes de septiembre. Mucha aportación de agua dulce y, sobre todo, cargada de nutrientes de la agricultura que han empeorado aún más la ya crítica situación del Mar Menor. Sin embargo, desde los grupos ecologistas temen que se culpe únicamente a estas riadas de la situación del Mar Menor. Algunos informes apuntan que hasta el 85% de los daños a la laguna han sido causados por la agricultura intensiva en el Campo de Cartagena.

Pedro García, director de ANSE, una de las asociaciones ecologistas con más presencia en la zona cree que respecto al Mar Menor "tenemos lo que nos merecemos". Piden soluciones ya, cuanto antes, aunque, dejando una puerta abierta al optimismo: aún creen que es posible recuperar la laguna, eso sí, poniéndose serios y adoptando medidas que deben partir de la clase política.

Los vecinos

Hace 15 días se podría decir que la situación tocaba fondo con un dramático episodio de mortandad de peces en las playas de San Pedro del Pinatar. Cuando casi toda España miraba a Cataluña, la Región de Murcia miraba a su maltrecho Mar Menor. Miles de peces y crustáceos aparecían muertos o agonizantes en la orilla, tratando de huir de unas aguas sin oxígeno, en las que ya no podían respirar. Una situación que indignó, aún más, a los vecinos.

Manifestación por el Mar Menor

La sociedad civil lleva mucho tiempo pidiendo soluciones, y cada vez está más concienciada respecto a la problemática del Mar Menor. Antes incluso del episodio de mortandad de peces estaba convocada una manifestación para mañana miércoles, a las 6 de la tarde, en la ciudad de Cartagena. Está organizada por la Federación de Asociaciones de Vecinos y cuenta con el apoyo de ecologistas y pescadores. El presidente de la Federación, Leandro Sánchez, pide a los políticos que no hagan partidismo en la manifestación, mientras que Ramón Pagán, de la plataforma ciudadana Pacto por el Mar Menor, habla de "protesta histórica".

Algunas previsiones hablan de cifras superiores a las 15.000 personas y es muy posible que sean bastantes más. Y es que cada vez son más los colectivos y organizaciones que se van sumando a la manifestación, que recorrerá las calles principales y que culminará frente a la sede del parlamento autonómico.