Entre Darwin y Narciso
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Madrid
A poco más de 24 horas de que comience, vamos de que comience, de que siga, ya oficialmente, la campaña electoral, hoy les proponemos un ejercicio yo creo que muy interesante, pero muy divertido también, que consiste en poner a los candidatos frente al espejo. De manera literal y de manera metafórica, o subjetiva.
Literal porque se trata de fotografías en las que ellos mismos posan frente a un espejo. Y subjetiva porque la imagen que proyectan -o lo que acompaña a esa imagen- es fruto de una mirada exterior. La idea no es mía, es de ‘El País Semanal’, de su directora Montserrat Domínguez, la podrán ver todos ustedes el próximo domingo y les aseguro que merece la pena al menos por dos motivos: porque las fotografías de Isabel Muñoz muestran un rostro, un ángulo especial, singular, de los candidatos y porque el traje literario que les hace Juanjo Millás no tiene desperdicio.
Ahí aparecen desde el mito de Narciso hasta el origen de las especies, de Darwin. No digo más. Y, por cierto, sólo con estas dos referencias diría que no le falta razón porque la política parece haberse convertido en eso: un ejercicio de supervivencia animal -Darwin- donde el “yo” -o sea, Narciso, da igual que sea una persona o un partido- pesa mucho más que el “nosotros”. Es decir, todo lo contrario de la esencia de la política, de la “polis” de la antigua Grecia. Y así nos va: modernos, pero perdidos.