Boyero sobre The Irishman: "Soy fumador compulsivo y no he pensado en el tabaco en las tres horas y media"
El crítico comenta el esperado de regreso de Scorsese y repasa la carrera del director con los oyentes
Madrid
Este viernes se estrena en algunos cines seleccionados “The Irishman”, la esperada nueva película de Martin Scorsese. Solo en salas seleccionadas porque esta cinta es la gran apuesta de Netflix y no estará disponible en la plataforma hasta el próximo 27 de noviembre. Estrenada en el Festival de Nueva York, arrastra unas críticas fantásticas que han creado una expectación sin precedentes, incluso hay quien la califica de obra maestra. Por todo esto, es comprensible que haya quien no pueda esperarse unas semanas hasta que llegue a la plataforma y decida acercarse este mismo fin de semana a los cines para verla en la gran pantalla.
La cinta cuenta la historia de la desaparición del legendario sindicalista americano Jimmy Hoffa, lo que nos llevará a un viaje por las entrañas de la mafia y sus maneras de actuar, al igual que su relación con la política y rivalidades. Todo esto para hablarnos del paso del tiempo y lo que conlleva haber llevado unas vidas al margen de la ley.
El argumento es la adaptación del libro “I Heard you paint houses” de Charles Brandt, a cargo del guionista Steven Zaillian, viejo colaborador de Scorsese y autor de auténticas obras maestras como “La lista de Schindler”. Además, cuenta con un reparto de lujo encabezado por tres pesos pesados como Robert de Niro, Al Pacino y Joe Pesci, que solo ha participado en tres películas desde 1998.
El filme, de unas tres horas y media de duración, utiliza imágenes generadas por ordenador para que los actores puedan dar vida a sus personajes a lo largo de varias décadas. El coste de esta técnica, además del fracaso del anterior largometraje del director, fue uno de los motivos por los que los grandes estudios rechazaron el proyecto. Netflix tuvo que rescatarlo inyectando algo más de 106 millones de euros para que no se quedara en un cajón.
Carlos Boyero es uno de esos espectadores que no ha podido esperarse a su estreno en Netflix y ya la ha visto. Le ha parecido “una película poderosa e hipnótica”. Incluso nos ha dicho que, siendo fumador compulsivo, no ha pensado en el tabaco en las tres horas y media que dura la cinta.
Recalca, para aquellos que vayan con ciertos prejuicios, que “es una película extraña incluso dentro del cine de Scorsese”, ya que nos habla con un “realismo estremecedor”. También cuenta que la última hora le ha parecido magistral y que, si tiene poner un pero, es que le “rechina” la forma en la que actúan los efectos a la hora de modificar la edad a los personajes.