'Araña': las raíces de la ultraderecha en Chile
El director Andrés Wood ofrece una interesante mirada a los grupos ultras que trataron de derrocar la democracia de Salvador Allende para favorecer el golpe de Estado de Pinochet intercalando dos tiempos: los años setenta y la actualidad, a través de la relación de un extraño triángulo amoroso. María Valverde y Mercedes Morán comparten personaje
Madrid
Han pasado 46 años del golpe de Estado de Pinochet que derrocó al gobierno democrático de Salvador Allende y parece que las raíces del ultranacionalismo siguen presentes en Chile, y eso es lo que el cineasta Andrés Wood plasma en su nueva película: ‘Araña’. El filme, ambientado en el Santiago previo al golpe de Estado de septiembre del 73, va saltando entre dos épocas para trazar el relato de una sociedad herida en aquellos últimos meses de gobierno de Allende y que lo sigue estando 29 años después de Pinochet. María Valverde la describe como una película “bastante incómoda que te hace pensar, plantearte muchas de las cosas que creemos saber y, sobre todo, es un viaje a un país, a un momento social, a lo que fue y lo que es”.
‘Araña’ es la historia de Inés, Justo y Gerardo, quienes forman parte de un violento grupo nacionalista que quiere derrocar al gobierno marxista en los 70. Se ven envueltos en un arriesgado triángulo amoroso y juntos cometerán un crimen político que, teóricamente, los separaría para siempre. Pero 40 años después se reencuentran con un Gerardo que se deja llevar por la venganza y por su obsesión por hacer renacer la causa nacionalista. Inés, que ahora es una influyente empresaria, hará todo lo posible para que Gerardo no divulgue su pasado ni el de su marido, Justo.
Es un thriller político protagonizado por María Valverde y Mercedes Morán, quienes comparten el papel de Inés. Ambas han conseguido que las dos versiones del personaje sean coherentes la una con la otra a pesar de no haber trabajado juntas para conseguirlo, “Andrés tenía mucha fe y nosotras en él, y gracias a su pasión y al trabajo pudimos encontrar cosas de Inés sin nosotras saberlo. Lo bueno y lo interesante es ver qué es lo que pasó con la Inés joven y la Inés del presente, que es lo que no vemos, creo que es el juego que el espectador tiene que hacer en su cabeza, igual que con Justo y con Gerardo”, cuenta Valverde. Añade que, aunque le costó entender la forma de ser de Inés, es un personaje que le maravilla por “su manipulación, sus sombras, sus contrastes y la pasión que tiene por lo que hace, por sus ideales y por sus hombres”. Le costó sobre todo entender el contexto político, confiesa que no es una película fácil de ver porque muestra lo que uno no quiere ver y que, aunque no es sencillo conectar con los personajes, es inevitable hacerlo, “como espectador no sabes en dónde posicionarte y creo que es lo bueno que Andrés Wood hace, no te posiciona, te muestra una realidad y ahí es donde tú eliges”.
Inés es una mujer fuerte, con carácter, es el motor que causa el caos entre Justo y Gerardo, “eso es una naturaleza humana, particularmente en Chile, la mujer chilena es mucho más potente que los hombres. De alguna manera Inés es la araña, es el personaje que se desenvuelve a su gusto, sabe muy bien lo que quiere”, cuenta Wood. Al director también le ha costado entender a los personajes y evitar que su opinión los condenara, pero ha intentado construirlos libremente. “Los personajes pueden hacer cosas horribles, pero igual pueden amar y también pueden ser buenas abuelas, pueden trabajar y donar cosas y ser parte de la sociedad”.
El objetivo de Wood con esta película era recordar el contexto político y social de esos años en Chile, y a la vez le parecía atractivo ver ese espacio histórico, que generalmente se trata en la ficción desde el punto de vista de la izquierda, desde otra óptica. ‘Araña’ abarca un grupo ultraderechista como Patria y Libertad, pero en los últimos años hemos visto crecer movimientos nacionalistas no solo en Chile, sino en todo el mundo y Andrés Wood confiesa estar preocupado por ese resurgimiento porque “cuando la política permite que grupos que se vanaglorian de no ser democráticos tengan mucha repercusión o mayor fuerza política de lo esperado es porque la democracia no está totalmente haciendo su trabajo". "No entiendo muy bien por qué, si es responsabilidad solo de los políticos, de la ciudadanía y los políticos, de las instituciones o si es el tipo de democracia, pero está ocurriendo en muchos países”., continúa. Centrándose en Chile, su país, afirma que lo que allí se está viviendo es una transformación social fruto de una explosión social. “Había mucha energía retenida y explotó, explotó una manera de ver la sociedad, de relacionarnos y ciertos límites que parecían tautologías y se desvanecieron” y, añade, “eso por un lado es muy esperanzador porque ya se han logrado en este mes cosas increíbles, un gran acuerdo político que refuerza la democracia, que es el gran temor, que finalmente esto debilite la democracia”. Una parte importante de la filmografía de Andrés Wood tiene fuertes componentes históricos, concentrándose en la época política más traumática de Chile, y no quiere perder la oportunidad que la actualidad le brinda “creo que hay mucho material y van a surgir muchas maneras de ver lo que está sucediendo ahora en Chile, pero todavía no tengo nada”.
Wood quiso también expresar su opinión acerca de la situación del cine chileno, dice que está “muy vigoroso, con muchos autores jóvenes”, pero que es una industria muy precaria de la que, como sociedad, no se hacen cargo, “hay mejoras y evoluciona, pero todavía es muy precario el trabajo y es muy precario e incierto trabajar en el medio, directamente”. El pasado verano el BancoEstado recortó la financiación para el cine y, aunque el director cuenta que era algo simbólico, “demuestra que hay una actitud frente al arte que sí afecta, y lo que parece muy poco para ellos para nosotros era muy importante y es el reflejo, uno más, de derechos ganados que se van revirtiendo, y eso preocupa”. Por todo eso es para él una gran responsabilidad y una gran oportunidad representar a Chile en los Goya y en los Oscar con esta película.