Sería muy triste no ser amantes
Madrid
Aprender a quererse es complejo. Con los años, se modifica el cariño, pero no el sentimiento. Después de las primeras veces donde todo es sorpresa y descubrimiento, llegan las reflexiones analizando cuánto merece la pena. Saber por qué quieres a la persona que está contigo mantiene ese sentimiento e impide que la costumbre lo destruya. Fíjate por qué duermes cada noche junto a él y te pegas para oler su piel. Pregúntate por qué te acuerdas de que ella prefiere tarta de manzana, por mucho que a ti te enloquezca la de zanahoria. El amor es poliédrico y nos junta con los que mejor reflejamos la luz, personas que suman, proyectos que merecen la pena. De eso se trata. Luminosidad, certeza y convencimiento de que tu vida sexual acompaña tu vida emocional. Intentando no hacerse daño. Buscando, simplemente, complementarse.
Noviembre languidece y anuncia que llega la Navidad. Este fin de semana empiezan a iluminarse las ciudades y hacemos planes para celebrar. Desde hace muchos años, el Instituto Nacional de Estadística confirma que a partir de este fin de semana cuando más fornicamos con la intención de procrear. Finales de agosto y septiembre serán los meses de más nacimientos y detrás de cada uno de esos nacimientos, ojalá, amor y fiesta. El sexo es eso tan grande que consiste en unir las ganas con el corazón.. El sexo consigue que hagas kilómetros escuchando esa canción porque cada vez que suena el estribillo recuerdas cómo te bebió.
Sería muy triste no ser amantes, no serlo todo el tiempo que mereciera la pena. Lo peor de que no suceda algo es que, entonces, no podremos recordarlo. Qué triste que todo este cariño no pase a la historia.