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La mayor escuela de directoras de cine

Mark Cousins, director y crítico cinematográfico, salda una deuda histórica con un documental de 14 horas sobre la historia del cine hecho por mujeres. Una obra de referencia que se centra exclusivamente en la visión artítistca de decenas de directoras olvidadas e invisibilizadas: "El cine está libre de las normas de género, es andrógino"

La directora francesa Jacqueline Audry / AVALON

La directora francesa Jacqueline Audry

Madrid

¿Por qué películas dirigidas por mujeres no ostentan la etiqueta de clásico del cine? ¿Por qué se les ha denegado un estatus en la historia del séptimo arte? ¿Por qué los medios y la crítica han invisibilizado u olvidado sus trabajos? Mark Cousins (Belfast, 1965), divulgador cinematográfico de referencia, replica todas estas preguntas en  'Women make film', un documental apabullante de 14 horas en el que recorre la historia a través de la mirada de las cineastas.

Concebido años antes del movimiento 'Me Too' y la ola feminista, el director huye de debates maniqueos o una guerra de sexos, la ingente labor de documentación se centra en revelar el trabajo de las directoras durante más de un siglo, una visita guiada por los cinco continentes que va desde el cine de Dorothy Azner al de Moufida Tlatli, Wang Ping, Kathryn Bigelow, Jane Campion, Agnès Varda, Lucrecia Martel o la española Ana Mariscal. Una obra que se constituye como herramienta y funciona como la mayor escuela de mujeres cineastas.

A diferencia de 'La historia del cine: una odisea', Biblia audiovisual de la cinefilia, Mark Cousins no estructura el relato en orden cronológico ni en contraposición al trabajo de los hombres directores. Su enfoque es puramente estilístico, temático y formal, es descubrir cómo las directoras han mirado el mundo a través del cine. El encuadre, la presentación de los personajes, la muerte, la religión, la comedia, el tono... Cuarenta capítulos que solo se fijan en su trabajo y su aporte artístico en una road movie monumental narrada por, entre otras, Tilda Swinton y Jane Fonda.

¿Cómo alguien llega a ser una enciclopedia del cine?

Es una mezcla de pasión, amor e intoxicación de cine. Se me daba mal leer libros, pero el cine es el lenguaje de la gente, fue el lenguaje visual el que me ayudó a entender y del que caí enamorado, y así, me dediqué a ver, ver y ver películas desde mi infancia.

¿Cómo es el trabajo de documentación para recuperar tantas películas? Con 14 horas de documental y tantas autoras desconocidas para el gran público, le imagino viajando de filmoteca en filmoteca

En la era de Internet, lo bueno es que puedes hacer mucho trabajo desde casa sin viajar. Teníamos un presupuesto muy pequeño y hubo que estirar las posibilidades al máximo, ser eficientes. Escribes muchos correos electrónicos preguntando por los archivos de las cineastas más importantes, en este caso, las mujeres. Pero en cuanto viajo, que lo hago mucho, pregunto a la gente cuáles son las grandes películas de ese país dirigidas por mujeres. Me siento como un detective que va buscando con su linterna para encontrar luz, para descubrir esas gemas ocultas.

¿Cómo surge este proyecto mucho antes del ‘Me Too’?

Mucha gente estaba interesada en las películas de mujeres en los 70 y 80, yo cada vez veía más películas dirigidas por mujeres, pero los amantes del cine no hablaban de ellas. Veía estas películas y me encantaban, y claro, mi enfado crecía porque no estaban en la conversación. Empezamos a hacer este documental muchos años del caso Weinstein y del movimiento ‘Me Too’, pero no queríamos hacer algo que se planteara como una tragedia o victimizar a las mujeres y dar pena, sino mostrar su trabajo, su cine y su arte. Eso era lo más importante para nosotros. Queríamos demostrar que había unos trabajos alucinantes de mujeres directoras y decirle a la industria: mira lo que las mujeres han hecho a lo largo de la historia y a lo que no le habéis prestado atención.

A diferencia de ‘The Story of Film: An Odyssey’, aquí no ordena el material de forma cronológica ni por oposición a los hombres. No hay comparación ni es necesaria, ¿cómo surge ese punto de vista y encuentra el equilibrio?

Esta vez quería hacer algo diferente, no cronológico, centrarme en el punto de vista cinematográfico. Cuando nos juntamos con cineastas, preguntamos cómo son los planos, los travellings, cómo introducen a los personajes, cómo tratan la religión o el sexo, son cuestiones prácticas del cine. Es un documental que está centrado en el arte, en el trabajo de las cineastas y su lenguaje, tampoco hay referencias biográficas de las directoras. Está estructurado en 40 capítulos temáticos -y muestra el guion enrollado-, son 10 metros de folios pegados con cada tema, los clips, las cineastas, es el mapa dentro de esta enciclopedia monumental que nos ha llevado años montar.

Decía Tilda Swinton en el Festival de Cannes que no era una cuestión de falta de directoras, el problema es que no se les ha prestado ni presta atención, ¿usted habla de sexismo por omisión?

Es verdad que hay una revolución en el cine actual y las mujeres están ganando presencia, eso es muy bueno, pero sí hay un peligro en decir que no había suficientes mujeres antes, en que olvidemos a estas cineastas. Muchas mujeres han hecho grandes películas, eso es a lo que se refería Tilda. Los que amamos el cine y queremos cambiar esto, no cometamos ese error de olvidarnos de ellas, sería como enterrarlas por segunda vez o invisibilizarlas de nuevo, hay que acordarse de ese pasado y esa herencia, no es que no existieran, el problema, como decías, es que no se les prestaba atención.

Si hay que repartir culpas, ¿cuánto tiene que ver el papel de la prensa y la crítica, también dominada mayoritariamente por hombres?

Eso, sin duda. Tienen parte de la culpa, pero esa culpa que podamos repartir está bien mientras no nos paralice y reconozcamos que todos de alguna forma hemos podido omitir estas obras o a estas directoras. Mientras aceptemos que se ha cometido un error y pidamos perdón, seamos imaginativos para cambiarlo y enmendarlo, pues estupendo. Así podremos ser parte de este movimiento que está aquí ya y que es imparable, que las mujeres tengan más visibilidad. Si la gente ve ‘Women Make Film’ y las reacciones sirven para descubrir a directoras, a que te lleve a una excitación por esos trabajos, a que esa ignorancia sea una ventana abierta, eso ya es tremendamente positivo.

El documental es casi una escuela de cine de directoras. Al centrarse en cuestiones estilísticas, temáticas y formales, también proporciona las herramientas para mirar de otra forma el arte y evitar que cuando alguien vea una película de Kathryn Bigelow diga que es un cine de hombres…

Cuanto más veamos los trabajos de esas mujeres y hombres directores, más nos podremos salir de los estereotipos de género. La sociedad aún nos dice que los hombres hacen algo de una forma y las mujeres de otra. Como si hubiera una serie de esos comentarios que nos obligan a categorizar cada cosa. Pero si nos centramos particularmente en el campo de la creación y el cine, te das cuenta de que es libre. El cine está libre de las normas de género, puede ser incluso andrógino supongo, en el sentido de que no es ni masculino ni femenino. Con el cine no tenemos por qué rellenar esas casillas sociales que tradicionalmente nos han dicho. El cine está liberado de eso, una especie de alfombra mágica al margen de las normas de género.

Tanto The Story of Film: An Odyssey y como Women Make Films también podríamos decir que son antincolonistas, es decir, no se centran en la gran industria anglosajona, abren el fondo a todo el mundo, desde directoras polacas, a rusas, japonesas o tunecinas…

Hay muchas formas en que la gente puede colonizar, lo ha hecho España en el pasado, los blancos cuando hablas de razas o los que hablan inglés si nos fijamos en el idioma. Para mí el cine es como una mariposa difícil de cazar, tiene su propia libertad y un lenguaje universal. Es un medio en el que no necesitas pasaporte, puedes cruzar fronteras a través del cine y descubrir que las identidades fluyen. Es muy emocionante.

Con esta visión del cine, entre Marvel y Scorsese, ¿lo tiene claro?

Estoy de acuerdo en mucho de lo que dice Martin Scorsese en esta polémica, particularmente cuando habla de la distribución. Cuando se estrenan estas grandes películas, llegan con una posición de dominio en el mercado y se llevan por delante al resto. Sé que Scorsese es amante del cine africano o iraní, y en eso estoy totalmente de acuerdo. Pero hay una cosa en la que no coincido, en eso que dice que las películas deben estar centradas siempre en los personajes y su complejidad y oscuridad, ese aspecto no lo comparto. El resto, sí.

La única autora española es Ana Mariscal. En lugar de preguntarle por qué otras no, me interesa saber por qué el estilo de ella sí le llamó la atención…

Era una maestra del arte cinematográfico. Ella trabajó como actriz durante mucho tiempo y vio y aprendió la forma clásica de los rodajes. En sus seis películas, en los primeros fotogramas ya ves cómo dominaba esa forma clásica de hacer las películas, las distancias focales, la composición, el uso de las sombras. A veces cuando ves una película, piensas que igual la persona que la está dirigiendo no entiende todo el poder del lenguaje cinematográfico, en su caso, es justo lo contrario, lo dominaba al 100%. Fue alguien muy atrevida que, de alguna manera, empujó y pudo mover las convenciones del medio.

José M. Romero

José M. Romero

Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...

 
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