Todos somos personas
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Madrid
“Que se vuelvan a su país. Vienen a beneficiarse de nuestro sistema. Que se adapten a nuestras costumbres y aprendan nuestro idioma. Son violadores. Traen droga. Son violentos. Que se vuelvan a su país. Ni siquiera hace falta haber nacido en un país distinto a los que profieren tantas insensateces. Donald Trump se lo dice a rivales políticos nacidos en su mismo país”. Estas frases aparecen en un libro titulado ‘Mis fronteras’, que ha escrito Fernando González, 'Gonzo', con el que mañana hablaremos en ‘La Ventana’. Pero me he tomado la libertad de anticiparlo porque hoy nos viene muy bien para derribar de un plumazo uno de los grandes mitos del racismo y la xenofobia: proclamar que somos diferentes. Pues no, no lo somos tanto. Somos, simplemente, seres humanos; personas. Y cuando una persona ve a otra en apuros pues lo normal es ayudarla, que es precisamente lo que ocurrió ayer en Denia, en Alicante.
Incendio en un primer piso, el humo que sale a la calle, gritos de auxilio y alguien que se encarama y saca a hombros a una persona que sin su ayuda habría muerto, porque tiene la movilidad reducida. ¿Qué tiene de particular esta historia además de un final feliz? Pues que el rescatador, el transeúnte heroico es una de esas personas que, efectivamente, ha venido de otro país, de Senegal en concreto, y que vive gracias a la venta de artesanía en la calle. Se llama Gorghi Lamine.
Gorghi lleva casi tres años en España y no tiene papeles. Vive con su pareja y su hija, que nació en Madrid hace tan solo 7 meses. Los ingresos que tiene son gracias a la venta ambulante, por lo que se ve obligado a vivir en una casa compartida: "Sueño con tener papeles algún día", nos ha contado esta tarde en 'La Ventana'.