Los bárbaros ya han llegado

Madrid

Les propongo unas gotas de poesía:

“¿Qué esperamos congregados en el foro?

Es a los bárbaros, que hoy llegan.

¿Por qué esta inacción en el senado?

Porque hoy llegarán los bárbaros

¿Qué leyes van a hacer los senadores?

Ya legislarán los bárbaros, cuando lleguen”

Este poema de Kavafis, una especie de oda al fracaso que ha tenido diversas interpretaciones fue retomado en 1980 por el premio nobel John Maxwell Coetzee, con una novela del mismo título, ‘Esperando a los bárbaros’, donde en una civilización distópica y cruel el protagonista admite en una amarga confesión: “He tenido delante de los ojos algo que salta a la vista y todavía no lo veo”.

Me ha venido esto a la cabeza por una historia que -sinceramente- no creo que podamos contar a título de simple inventario. Un profesor de Córdoba ha tenido que declarar hoy ante la justicia por la denuncia de unos padres de alumna que consideran adoctrinamiento de género haber proyectado un vídeo donde Ana Orantes contaba en televisión, en Canal Sur, su historia de malos tratos, de agresiones.

La recuerdan, ¿verdad? Su marido la quemó viva. Y su caso marcó un antes y un después en la conciencia y la lucha contra la violencia machista en España. Pero contarlo, según parece, es sospechoso de adoctrinamiento de género. Una denuncia de unos padres, una jueza que la admite a trámite y ya tenemos el círculo completo.

Esto, probablemente no irá a ninguna parte, no tendrá recorrido jurídico, pero el mensaje ya está enviado. El mensaje del miedo, quiero decir, porque hoy, un montón de profesores -y profesoras- en Andalucía o en toda España, enseñantes convencidos de que hay que predicar a favor de la igualdad y contra la violencia de género estarán pensando “bueno, bueno, ya veremos…”, se estarán tentando la ropa.

Porque los bárbaros ya están aquí. Ya no son una coartada. Y además van a legislar, como en el poema de Kavafis. Si Ana Orantes levantara la cabeza.