Las otras guerras abiertas en Colombia tras la firma de la paz
Miles de familias de campesinos se han visto obligadas a huir de sus hogares por las presiones y falta de infraestructuras que les impiden cumplir con la transición a cultivos legales en virtud de los Acuerdos de Paz, como narra el documental 'Pacífico Sur' de Inés Paz y Marta Mira
Punto de Fuga: "Invierno en Moria" (17/01/2020)
54:00
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Todavía queda mucho por hacer para devolver la paz a Colombia, especialmente a las familias de campesinos que han tenido que abandonar sus hogares y sus medios de vida en virtud de los Acuerdos de Paz firmados entre el Gobierno y las FARC.
Ha pasado un año y medio desde la firma de esos acuerdos y en zonas como el departamento de Nariño, que alberga la mayor producción de coca del país y es el bastión histórico de la guerrilla, domina la violencia contra quienes pretenden sustituir los cultivos ilícitos de coca, como muestra “Pacífico Sur”.
El documental narra la historia de las otras guerras que siguen abiertas en Colombia. El plan de sustitución de los cultivos ilícitos de coca es, de hecho, el primer punto que se firma en la Habana cuando se firman los acuerdos de paz entre las FARC y el Gobierno, porque “la brecha entre la ciudad y el campo en Colombia es la base de cultivo del nacimiento de las FARC, de una guerrilla que ha estado activa más de cincuenta años, es decir, que se nutre en sus orígenes básicamente de los campesinos”, explica Inés Paz, codirectora del documental junto con Marta Mira.
Los agricultores cultivaban cacao, hasta que se dan cuenta de que ganan mucho más, incluso mil veces más, con el cultivo de coca. Pero Inés señala que no solo es una cuestión de ganar más, sino de que “no pueden ganar otra cosa”. La zona en la que grabaron el documental está “completamente abandonada de la inversión estatal”, asegura la periodista, y sin las infraestructuras necesarias sería imposible que los agricultores vendieran sus productos.
El acuerdo de paz plantea la “sustitución voluntaria de sus cultivos ilícitos” a través de inversión estatal durante un periodo de transición hacia cultivos lícitos. El problema, denuncia Inés, es que el Gobierno no ha cumplido con muchas de esas comunidades que firmaron la sustitución voluntaria, por lo que no hay una alternativa real para las familias de campesinos.
Asesinan a líderes sociales
Además, el narcotráfico, que mueve el negocio de la droga, sitúa en el punto de mira a quienes quieren acabar con esos cultivos ilícitos. Por eso en Colombia “están muriendo muchísimos líderes sociales precisamente por intentar dar voz a ese pueblo que realmente quiere un cambio, pero que, aunque lo quiera, no puede tenerlo si no se hacen las cosas de otra manera”.
El departamento de Nariño es la zona de mayor producción de coca de Colombia y, por lo tanto, es donde más presencia tienen las guerrillas y donde las disidencias de las FARC vuelven a operar ahora, cuenta la directora. Es una de las zonas que quiso dialogar con el Gobierno para acabar con los cultivos de coca, pero el proceso quedó en nada por el abandono estatal y las presiones de estos grupos.
“Guerrillas, narcotráfico, y muchos otros intereses como la minería ilegal” están haciendo la situación muy complicada allí. También los exguerrilleros están sufriendo el abandono y las presiones. “Está habiendo muertes en las filas de los ex guerrilleros”, asegura Inés.
El conflicto en Colombia es el que más desplazados internos provocó en todo el mundo y ahora esos desplazamientos se siguen produciendo. Para quienes sufren presiones en este territorio la única alternativa es el exilio. Un ejemplo de ello es el caso de Adalberto, uno de los líderes sociales presentes en el documental y que “ha conseguido salir con vida de milagro” y ahora “sigue su lucha desde el exilio”, lo que supone una enorme frustración para ellos, en palabras de Inés Paz.
También muchísimas familias han tenido que huir para “malvivir” en Bogotá. Esas personas antes tenían "una vida más sana", tenían lo suficiente para vivir, y tras el acuerdo de paz han salido más perjudicadas que beneficiadas.
Inés cuenta que en Colombia han encontrado tanto gente que perdona como gente que no perdona, “pero en general lo que nos hemos encontrado es una sociedad que sí perdona pero que no olvida, lo que quiere ese iniciar una nueva vida desde cero y para eso se necesita no solamente que yo perdone, necesito que me des la oportunidad de tener esa vida, necesito poder volver a mi casa, recuperar esa tierra y no perder la vida por ello, poder tener una carretera dónde cultivar mi producto y poder venderlo y no tener que depender de un cultivo ilícito como la coca y jugarme la vida”. Inés cree que sin inversión en cosas tan básicas como educación, infraestructura o sanidad nunca va a cambiar la situación en Colombia.