Humo y delirios
Mientras el nuevo gobierno de coalición aterriza, la derecha está centrada en librar la guerra cultural en torno a un problema inexistente
Madrid
El gobierno cumple mañana una semana y de momento son más noticia algunos delirios de la oposición que la actuación del primer gobierno de coalición PSOE- Unidas Podemos. Cuando nos disponíamos a examinar con lupa cada medida, cada movimiento de un Ejecutivo inédito, con mucha ambición en gasto social y un marco económico global con turbulencias, dispuestos a otear las relaciones de los socios, ansiosos de saber qué va a pasar con la negociación con Esquerra. Pero hétenos aquí de hoz y coz en la guerra cultural por un problema inexistente como son las presuntas quejas de presuntos padres por contenidos obligatorios de la enseñanza pública presuntamente polémicos.
Los datos de Madrid ilustran el tema: con 1.240.000 alumnos, 53.000 docentes, 1.200 centros, a la propia consejería de Educacion madrileña le consta una queja por escrito y dos en Twitter. Un inspector fue a ese cole y no encontró nada. Y del resto de las Comunidades Autónomas, la noticia es la misma, sólo hay dos procedimientos abiertos en Navarra.
Humo, nada, problema inexistente.
El gobierno de coalición en pleno se ha desplegado en esta batalla contra el veto parental. Y no solo por convicción. De todas las guerras culturales, ninguna tan aglutinadora para partidos de izquierda como la Educación pública, el verdadero ascensor social de este país. Y con millones de españoles con memoria viva de cuando los adoctrinaban en los colegios franquistas. El nuevo gobierno puede aterrizar mientras tanto, tomar tierra, ajustarse, cometer algún error de principiantes, pueden hacerlo bien tranquilos, que la escandalera del PIN lo tapará todo.
