¿El fin justifica los medios?

Madrid

El sindicato CGT provocó ayer, sin previo aviso, un corte de luz, que afectó a todo el sur de París para protestar contra la reforma de pensiones. El sabotaje afectó al mercado mayorista de frutas, a las terminales del aeropuerto de Orly y a una docena de poblaciones de entre 10.000 y 40.000 habitantes. Mientras el sindicato reivindicó como “legítima” la acción, el gobierno la calificó de “irresponsable y escandalosa”.

Las movilizaciones sindicales de protesta siempre tienen consecuencias para los ciudadanos, nada descubrimos. Y, normalmente, el fin justifica los medios, aunque la patada al poder político o económico la acabe recibiendo el culo ciudadano. Pero cabe preguntarse si el fin, por noble y justo que sea, justifica cualquier medio. Y esta acción, que la propia CGT ha calificado de “salvaje” porque pretende lanzar una “señal de alarma”, parecería sobrepasar alguna línea roja. Por su carácter masivo, por la falta de aviso y por afectar a un servicio esencial, en algún caso vital, para los ciudadanos.