Una Semana Santa de ultratumba con Fuerza Nueva
Los Planetas y El Niño de Elche unen fuerzas en una noche clave para su proyecto conjunto
Madrid
La noche del 24 de enero de 1977 tres pistoleros vinculados a Fuerza Nueva asesinaron a cinco abogados en la conocida matanza de Atocha. Un hecho que acabó marcando la Transición española. No es casualidad que, la suma de Los Planetas y El Niño de Elche –que adopta el mismo nombre que el partido de ultraderecha fundado por Blas Piñar– eligieran esa misma noche pero 43 años después para ensalzar su revolucionario y a la vez chirriante nuevo disco.
Seis capirotes de nazareno adornaban un escenario a la vez que veían como sus protagonistas se hacían derrogar más de media hora. Entre algún que otro silbido por la demora allí se presentaron Jota y los suyos (no faltaba ni uno de Los Planetas: Florent en la gutarra, Julián al bajo, Banin a los teclados y Eric en la batería) junto a El Niño de Elche. Y poco tardó este último en mostrar su relevante papel que obtiene sobre el escenario de Fuerza Nueva. Su voz aflamencada e incorruptible se erigió sobre la sala La Riviera de Madrid ante un Jota que estuvo en una posición más ladeada e incluso con un papel secundario.
La atmósfera de ultratumba (juego de luces incluidas) se entrelazaba con imágenes del NO-DO y algún que otro brazo alzado de Francisco Franco. Eric se desgañitaba y levantaba los primeros vitores con Santo Dios. Pletórico a la batería, mientras daba esos pequeños saltitos sobre el sillín, recordaría sin duda sus inicios en la música que bien explica en su libro Cuatro millones de golpes. Incios que bien tiene que ver con la Semana Santa de Granada, a la que a muchos de los presentes se teletransportaron mientras iban cayendo los temas de este estimulante disco. Los campanilleros, Mariana, La cruz y una de las más cantandas, La canción de los gitanos.
Mientras tanto, El Niño de Elche seguía alargando elegantemente todos los cortes de este Fuerza Nueva. Un disco que como ellos mismos dijeron es una "máquina de desenmascarar fascistas" pero que para parte del público le ha llevado a pensar en que este proyecto es casposo. Lo que es innegable es que juegan con la provocación dándole la vuelta a himnos como Els segadors en la aplaudida Cancion para los obreros de Seat o consiguiendo que los indies moviesen la cabeza con el encasilladísimo himno de la Legión, El novio de la muerte. Con esta última Fuerza nueva sacó a relucir el sonido más planetario y por primera vez Jota dominó el escenario por encima de su compañero de reparto.
Tras los bises, una imagen de un pene y dos duros donde se podía leer "Una, glande y libre" hizo volver a los seis artistas al escenario para enfilar el final de una noche que acabó con Romance de Juan de Osuna del penúltimo disco de Los Planetas Una ópera egipcia. También hubo tiempo para ver a Eric y Banin tocar con los capirotes de nazareno en la cabeza. Se cumplió poco más de una hora de concierto y Jota, Florent, El Niño de Elche y compañía se despidieron ante un público que pidió algún éxito del grupo (aunque sin fortuna), pero si hay alguien que ya tiene el poder de hacer lo que quiera sobre el escenario, son ellos.
Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER que también forma parte del programa de música indie 'Fuego y...