'El método Grönholm': cuando todo el mundo es juzgado

Madrid

Han pasado casi 20 años y ‘El método Grönholm', representada en distintas versiones teatrales, en más de 60 países, con versión cinematográfica incluida. Forma ya parte de la historia y del presente de nuestro teatro.

Es una obra, ahora representada en el Teatro Cofidís Alcazar de Madrid, que supuso un claro punto de inflexión en la vida profesional de su autor, Jordi Galcerán, autor de otros grandes éxitos como "Carnaval", "El crédito" o "Burundanga".

"Hace falta más tiempo para que sea un clásico, pero habla de algo que es eterno y habla de las sensaciones de estos cuatro personajes", señala Jordi Galcerán, quien reconoce que no ha visto todas las versiones que se han visto todo el mundo. No obstante, reconoce que "lo curioso es que en parte entiendes lo que está pasando en la obra".

Jorge Bosch es uno de los actores que ha estado tanto en la primera versión como en la que se ha reestrenado ahora y asegura que una de las cosas que el sorprendió es que "no es totalmente consciente de como lo hacía" en la anterior.

El propio actor cree que "el ser humano es cruel, que la gente se rie de una persona que se cae". "Somos cabrones en esencia. La gente se lo pasa bien porque somos cabrones", añade. 

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La precursora de todo el método fue Nieves Goicoechea, periodista de la Cadena SER y que inició esta investigación cuando iba por la calle y vio que sacaban bolsas gigantes de basura, algunas de ellas rotas. De las mismas, salían unas hojas de papel que eran currículums de gente que buscaba trabajo. Acompañándolos, venían unas notas en otro color en las que se podían leer barbaridades como: “Vive en Parla y es fea”, “Leucemia, en dos meses tendrá pelo y será guapa” o "Sudamericano, color oscuro sin ser negro, café con leche largo de café”.

Las personas implicadas eran ajenas, se publicó la noticia en la prensa, y el escándalo se desató solo. Ha durado tanto, que todavía hoy sigue llenando teatros.