¿De verdad se pegan?
¡Es todo tan ridículo! Especialmente porque ya no tenemos memoria y no nos acordamos de Alfonso Guerra y Miguel Boyer

Madrid
Andan locos en los medios a ver si de una vez por todas, pasando la aspiradora por los rincones más recónditos de la sala de estar, encuentran pruebas fehacientes e indubitables de que los ministros del PSOE y los de Unidas Podemos han desenterrado el hacha de guerra y andan sacudiéndose golpes sangrientos, y por la espalda, como muestra del odio que se tienen y la inquina que han acumulado en un mes los unos contra las otras.
Bronca monumental entre los de Iglesias y los de Sánchez por la ley de libertad sexual, dice aquel atrevido reportero, tipo Tribulete, que en todas partes se mete.
Pero eso no es nada con la que le han montado los herederos del 15-M a Marlaska, enfurecidos y fuera de sí por las decisiones tomadas por el ministro del Interior en política migratoria.
¡Es todo tan ridículo! Especialmente porque ya no tenemos memoria y no nos acordamos de Alfonso Guerra y Miguel Boyer. ¡Ese sí que era un gobierno de coalición con los cuchillos volando en la sala del Consejo!




