Maribel Verdú: "Ser mujer y no ser feminista es como ser rey y no ser monárquico"
El director Mikel Rueda y la actriz Maribel Verdú se asoman a La Ventana para hablar de 'El doble más quince', película que se estrena este viernes y que cuenta la relación entre un chaval de 16 años y una mujer de 47
"No pasa nada por tener miedo, lo importante es qué hacer con él", cuenta el director de la cinta Mikel Rueda
Madrid
Imagina que enciendes tu ordenador y tecleas "chat sexual". Escribes un alias. Alguien te contacta. Quedáis en una zona apartada de su ciudad. Pero tú tienes unos 47 años y la persona que aparece en bicicleta tiene unos 16. Así comienza 'El Doble más quince'. La mujer de unos 47 es Maribel Verdú (Ana), casada, con hijos, una vida aparentemente estancada, sin chispa. El chico de unos 16 es Germán Alcarazu (Eric), desmotivado, arrastrado por la crisis que le obliga a meterse en un chat sexual a cambio de dinero.
'El Doble más quince' cuenta la conversación entre dos generaciones que, sin embargo, tienen miedos muy similares. Ana y Eric se llevan muchos años pero los dos están perdidos, "son dos náufragos, eso es lo que son, son dos almas que están solas, una soledad acompañada. Pero la película pretende ser un canto a la vida. Son dos personajes que sobre todo tienen miedo, porque nadie nos da un libro de instrucciones al vivir. Pero no pasa nada, no pasa nada por tener miedo, lo importante es saber qué se hace con ese miedo", ha asegurado su director, Mikel Rueda, en una entrevista en La Ventana.
Las preguntas de la adolescencia
En la película se aborda muchos temas, el sexo, el amor, el tiempo. "A partir de una edad el reloj va a toda hostia" dice el personaje interpretado por Maribel Verdú en un momento de 'El doble más quince'. Mikel Rueda quería juntar "dos momentos vitales muy paralelos. En la adolescencia somos un proyecto de ser, pero tenemos muchísimas preguntas. De repente llega la vida. Y cuando ya has hecho todo ese camino te surgen más preguntas. Piensas si la vida es esto, qué quedan de los sueños". A ambos personajes les une "el no saber qué es la vida".
La cinta fue rodada en Bilbao, que emerge siempre a la espalda de unos primeros planos muy expresivos. "Era básico que se pudiese generar esa confianza, esa química", dice Mikel Rueda. Suscribe Maribel, "estuvimos semanas juntos. Comiendo juntos, rodando juntos... Ya estaba todo instalado dentro de nosotros. En el rodaje simplemente jugamos y disfrutamos".
Los abusos sexuales de Plácido Domingo
Sobre el Caso Plácido Domingo opina Maribel Verdú: "ser mujer y no ser feminista es como ser rey y no ser monárquico. Ya sólo porque comiencen a confesar el Movimiento #Metoo ha merecido la pena. Y nos queda tanto por luchar...".