¿Tuitear la agonía de un moribundo?

Madrid

La policía alemana ha detenido a un hombre que grabó con el móvil el atropello masivo, con decenas de heridos, durante un desfile de carnaval en la ciudad de Volksmarsen. Y la Guardia Civil busca en Almería a un hombre que grabó y difundió por las redes sociales la agonía de una persona tras sufrir un accidente en Albox.

El morbo que suscita contemplar un accidente está tan generalizado que ya ha sido bautizado por la DGT como “efecto mirón”, ese que provoca o prolonga los atascos en el lugar de un accidente. Pero esa curiosidad morbosa tiene ahora esta nueva variante necrófila que lleva a algunos a registrar y difundir imágenes del moribundo. Esta actitud tiene respuesta penal: es un delito contra la integridad moral. Más difícil es encontrar una respuesta psicológica para entender el alma de un individuo que ve espectáculo en una tragedia, que graba en vez de prestar ayuda, que cosifica a la víctima a mayor gloria de su perfil virtual, y que hace con otros lo que no desearían que hicieran con él o con alguno de los suyos en los últimos instantes de su vida.