Gracia Querejeta: "En el cine no existe un techo de cristal como en otras industrias"
La directora estrena 'Invisibles', una tragicomedia sobre mujeres de 50 con Emma Suárez, Adriana Ozores y Nathalie Poza
undefinedJOSÉ M. ROMERO / BEA POLO
Madrid
La mujer ha sido constantemente invisibilizada a la llegada de la madurez. Ausencia de personajes femeninos de más de 50 en el cine, actrices que 'desaparecen' a los 40, modelos que ya no valen, deportistas de élite que ya no están a la altura… son los casos más visibles, pero es una cuestión que recorre todos los sectores. Gracia Querejeta, quien confiesa sufrir preocupación por estos temas, ha querido dar visibilidad a estas mujeres con Invisibles. “Yo sé lo que significa tener miedo a no volver a trabajar, lo sé perfectamente, sé lo que significa entrar en un sitio y que antes te miraran y ahora no te miren”, admite.
Invisibles trata de acercarse a la vida de tres amigas, Julia, Elsa y Amelia, una inquebrantable y experimentada profesora de matemáticas, una implacable empresaria de éxito y una sensible florista, interpretadas por Adriana Ozores, Emma Suárez y Nathalie Poza. Estas tres mujeres se reúnen cada jueves para pasear juntas y compartir lo que sucede en sus vidas, expresar sus emociones libremente, desquitarse y sincerarse, o no, con las demás.
Con la película, Querejeta quiere hablar del paso del tiempo, de la vivencia del paso del tiempo en los cuerpos y cabezas de estas tres mujeres que rondan los 50 y empiezan a sentirse desubicadas en su mundo personal o incapaces de asumir ciertos cambios que parecen inevitables. Pero la directora no aborda solo eso, también habla de machismo, techos de cristal, maltrato, bullying, acoso, de adolescencia… pone muchos temas sobre la mesa en este experimento, muy teatral, rodado en un único espacio, para dar visibilidad y apoyo a estas tres mujeres (y a muchas otras) que se muestran con total transparencia.
¿Desde cuándo lleva la idea de la película rondando en tu cabeza?
Cuatro años prácticamente, y además la película surgió como una serie en realidad. Como serie, hace cuatro años no existía todo este boom de las plataformas, estaba todo empezando muy poquito a poco, no fue posible, entonces decidimos convertirla en película. Y bueno, sí, cuatro años para sacar el proyecto adelante.
Hoy igual habría sido una serie, ¿es la película hija de su tiempo?
De hecho, estamos preparando también la serie de la película porque nos lo han pedido los productores y porque deben tener algún contacto, no sé exactamente cómo van esas negociaciones, pero nosotros hemos trabajado y hemos hecho nuestra parte y ahora mismo ya hay un dossier que de alguna manera recoge todo lo que ocurre en la primera temporada, capítulo por capítulo.
Te decía que es hija de su tiempo la película al nacer en un contexto donde hay un interés. No sé si hubiera sido posible hace diez años, ahora hay un contexto que abraza querer contar estas historias
Sin duda el contexto ha ayudado y por eso la hemos podido hacerla ahora y no cuatro años atrás, eso seguro, o sea que nos ha ayudado el contexto, efectivamente. Nos ha ayudado el hecho de que el mundo femenino parece que empieza a interesar y toda esta lucha de las mujeres por visibilizarse, por romper con algunas de las cosas que viene arrastrando el mundo femenino ya casi de manera tradicional. Ese contexto ha ayudado a que la película se financie.
Hay muchas formas de ser invisible que muestra la película, hay muchos temas que toca, ¿qué es para ti, cómo te toca a ti especialmente esta invisibilidad?
Yo creo que no en el mismo grado, pero sí en las mismas cosas que les toca a estas mujeres que son las protagonistas de la película. Yo sé lo que significa tener miedo a no volver a trabajar, lo sé perfectamente, yo sé lo que significa entrar en un sitio y que antes te miraran y ahora no te miren, esas cosas de las que de alguna manera ellas hablan y hablan porque les suceden cosas que van contando y que sacan a la luz todas estas preocupaciones. Yo las conozco de primera mano y por eso quizá me interesaba contarlas y me interesaba sacarlas a la luz.
¿La definiría como tragicomedia?
Un poco tragicomedia es. Hay temas que se tratan y que se abordan que son demasiado duros, muy duros y dramáticos y si no les ponías una chispa de humor al asunto y de ironía se iba a hacer la bola muy gorda para tragar.
También, de alguna manera, son mujeres que no saben o no quieren leerse a sí mismas, necesitan el espejo de la amiga
Bueno, sobre todo mostrar que a veces la amistad también sirve para eso. Quiero decir, hay cosas que se dicen ellas que son muy duras, pero sin embargo son suficientemente amigas como para que hagan de espejo, digan las cosas que en un momento dado quieren decir e incluso las digan a bocajarro, pero, sin embargo, esa amistad perdura, no se quiebra por ese tipo de cosas. De hecho yo creo que las amistades no se rompen por ese tipo de cosas, si son buenas amistades, se rompen por otras cosas, se rompen porque de repente a uno ya no le interesa la otra persona y a la otra persona no le interesas tú, entonces cada cual se empieza a ir por un camino distinto, de eso también habla la película.
Tiene un parte muy teatral la película, de palabra, luego el rodaje con steady cam ¿Cómo ha sido rodar en una única localización? ¿Una película muy de ensayos, de dirección de actrices?
La película es más compleja de rodar de lo que parece, bajo esa apariencia de sencillez y de todo plácido y tal, ha sido difícil porque hay paseos de muchísimos, muchísimos metros, de tomas y tomas y vueltas a primera y había que deshacer todo lo caminado, ha sido una película en ese sentido que nos ha puesto en forma, desde luego. Y al lado de ellas caminaba un montón de gente, entonces eso hacía la cosa un poco farragosa, pero aun así el parque nos envolvía muy bien, el tiempo nos ha acompañado, hemos rodado muy rápido y por orden prácticamente, la verdad es que todo eran facilidades, no nos podemos quejar. Tenía las dificultades que ya sabía que íbamos a tener, pero no hemos encontrado dificultades añadidas.
¿Hay techo de cristal en el cine español?
El cine no es una industria cualquiera, como cualquier otra, es una industria muy peculiar y muy particular porque pertenece al mundo cultural, entonces hoy en día, y no sé si alguna vez, desde luego hoy en día, es inconcebible que un puesto ocupado por un hombre sea mejor remunerado que un puesto ocupado por una mujer, dentro de la industria, por lo menos en España, eso no existe. Existe a lo mejor la imposibilidad, y por eso de alguna manera el gobierno lo está intentando a base de medidas de apoyo, e igual existe una mayor dificultad para acceder a determinados puestos que son los de la jefatura de equipos, según de qué equipos también, pero yo creo que no existe un techo de cristal como existe en otras profesiones o en otras industrias.
¿Está a favor o le suena bien esta propuesta del ministro de reservar el 35% de las ayudas a películas dirigidas por mujeres?
Suena bien en la medida en que es una medida de apoyo para visibilizar más a las mujeres guionistas y directoras, sobre todo, pero... es un pero que tiene que ver más con el hecho de que todo el mundo queremos ser valorados por nuestros trabajo. Es una forma de ayuda que esperamos que a lo largo del tiempo no sea ya necesaria, debemos aspirar a eso, a que sea una cosa natural, no una cosa necesariamente de estar toda la vida apoyada. Me parece más interesante que ese tipo de medidas se apliquen sobre todo a la gente que está empezando, ya lo he comentado varias veces, porque, de alguna manera, cuando ya tienes una carrera hecha crea un poco de extrañeza que yo esté más amparada por el Estado que lo pueda estar Fernando León o Enrique Urbizu o Álex de la Iglesia, se me ocurren estos tres nombres porque somos un poco todos más o menos de la misma generación. Entonces bueno, todo tipo de medidas de este tipo que son polémicas... pero las medidas se hacen en términos generales para lo genérico, digamos, y no para los casos particulares, en ese sentido supongo que sí son necesarias.
¿Se está perdiendo el cine medio?
Sí, es que de hecho lo estamos perdiendo. El cine más pequeño, el cine digamos más intimista, lo que se llama el cine más de autor, es el cine más perjudicado en este momento, porque es el cine que se tiene que refugiar de alguna manera en la compra de derechos de antena de Televisión Española, no es posible hacer ese tipo de cine con las televisiones privadas. Estamos en inferioridad de condiciones para financiarlas, desde luego, y hay dificultades. En este caso, esta película cuesta un 1.100.000, más o menos, es mucho más difícil financiar esta película que Ola de crímenes, que cuesta muchísimo más, lógicamente, es así.