¿Pedirá perdón Clara Ponsatí?
Los representantes públicos, y Ponsatí es eurodiputada, deberían no confundir el chiste o el chascarrillo de barra de bar o de reunión de amigos con un comentario en la tribuna pública
Madrid
La exconsellera de Educación de la Generalitat de Cataluña, Clara Ponsatí, acompañó una noticia sobre la extensión de la pandemia en la Comunidad de Madrid con un escueto comentario en su perfil de Twitter: “De Madrid al cielo”, escribió. Carles Puigdemont retuiteó el negro chascarrillo. En el momento de lanzarlo, Madrid había enterrado ya a más de 200 ciudadanos víctimas del coronavirus. La indignación en la red se extendió viralmente y Ponsatí decidió borrar el tuit, pero a esta hora aún no ha pedido disculpas. Y las merecen los familiares de las víctimas, los miles de infectados y los ciudadanos de una comunidad que, convendría recordarle a esta mujer, no son agentes infecciosos sino víctimas de la infección.
El humor, incluso el humor negro, está actuando estos días como vía de escape a la extensión de una epidemia que mantiene en vilo a todo el país. Pero los representantes públicos – y Ponsatí es eurodiputada - deberían no confundir el chiste o el chascarrillo de barra de bar o de reunión de amigos con un comentario en la tribuna pública. Por respeto a los ciudadanos, sobre todo, pero también por respeto a sí mismos. Porque lo que puede hacer gracia en determinado ámbito puede convertirse en desgraciado comentario según el quién, el cuándo y el dónde. Las disculpas, si llegan, marcarán la frontera entre lo desafortunado y lo indigno.