Conde Ruiz: "No es como en la crisis anterior, ahora las empresas son solventes"

Madrid

El Gobierno trabaja durante estos días no solo para frenar la emergencia sanitaria propiciada por la expansión del coronavirus, sino también para detener las consecuencias económicas que de ella se podrían derivar. Para ello, establecerá, según ha podido saber la Cadena Ser, un plan de acción con dos soportes fundamentales.

Por un lado, un paquete de préstamos públicos que se articulará a través del ICO y puede llegar a alcanzar –según fuentes del Ejecutivo––los 50.000 millones de euros, una cifra que se irá modificando en función de la evolución del virus. Lo que se busca es dar fondos y avales del Estado a las empresas que –siendo viables—sufren ahora la falta de clientes por el Estado de Alarma. Se trata dar alivio temporal a esas compañías para evitar “tensiones de tesorería”.

A eso, el Ejecutivo pretende sumar el aplazamiento en el pago de impuestos por valor de otros 14.000 millones más, con lo que el alivio económico final, contando con inyecciones de otros organismos internacionales, pretende rondar los 75.000 millones.

La segunda pata de ese plan es el cambio en las fórmulas de despido. Para evitar despidos masivos, se flexibilizarán los Ertes Express y se considerará que existe “fuerza mayor temporal”. Esa fuerza mayor permite aplicar reducciones de jornada a los trabajadores de entre el 10 y el 60%, tramitar ajustes de plantillas express en el plazo de 5 días y que sea el Estado el que corra con los pagos por desempleo.

Además, el equipo de Gobierno valora implantar la prestación contributiva por desempleo para los trabajadores despedidos más vulnerables y que no cumplan el periodo de cotización necesario y mantener el subsidio a quienes ya lo perciben sin que sin que se les descuente de su periodo de derecho acumulado, mientras dure el Estado de Alarma.

José Ignacio Conde Ruiz, subdirector de Fedea, considera que estas medidas sí podrían ser efectivas. “Creo que el objetivo aquí es que, muchas empresas que son solventes, que no es como en la crisis anterior, que había muchas empresas que no eran solventes y no tenían futuro, aquí sí lo tienen, aquí tienen una caída en su demanda por una crisis sanitaria pero, tan pronto como se supere, estas empresas podrían ser solventes y por lo tanto el objetivo es que, algo que sabemos que es temporal, es verdad que no sabemos cuánto va a durar, pero sí que es temporal, pues que no haga que se convierta en una destrucción de la empresa que sería un efecto, por así decir, permanente”, señala en Hora 25 de los Negocios.

Se trata de medidas para frenar el impacto económico del coronavirus, en la línea en que ya las están aplicando en otros países de nuestro entorno y que, sin embargo, siguen sin detener, por el momento, unas caídas en los mercados financieros que están marcando máximos históricos. En Estados Unidos, por ejemplo, y pese al nuevo recorte de tipos de interés marcado por la Reserva Federal, los principales índices vuelven a ceder este lunes hasta un 13%.