Una doctora en Italia: "No estamos bien protegidos y han muerto muchos médicos ya"

María Vilar es médica de familia en la provincia de Pavía, en la Lombardía, en la zona cero del contagio en Italia. Ella es española, su marido, médico también, italiano, y hablamos con ambos cuando creíamos que nos enfrentamos algo duro pero no tan duro, hace ya varias semanas.  "Las cosas han ido empeorando progresivamente y ahora mismo estamos cerca del pico, eso se está notando, estamos teniendo muchísimos pacientes sospechosos, recibimos llamadas continuamente", asegura la doctora. 

La prueba para confirmar que cada caso es coronavirus no se aplica a todos los pacientes. "Intentamos aislar a todas las personas que tengan síntomas gripales en casa dos semanas. La prueba solamente se hace cuando van al hospital si están muy grave", dice la médica, que denuncia que el personal sanitario en Italia no está bien protegido para hacer su trabajo. "Nos dieron mascarillas la tercera semana de epidemia. A mí me han dado una bata de un solo uso. No estamos bien protegidos y han muerto muchos médicos ya por desgracia", lamenta Vilar durante la entrevista.

Uno de los datos preocupantes en Italia es el aumento de contagios dentro del colectivo de sanitarios. Las últimas cifras estiman que hay más de 2.600 profesionales sanitarios infectados. Por hacernos una idea: es el doble de sanitarios contagiados en China. Ocurre que en Italia, donde muchos médicos son autónomos, se entiende que las protecciones se las tenían que haber comprado ellos mismos, según señala la médica. 

Cuando un profesional sanitario entra en contacto con un paciente que da positivo en Covid-19 no deja de trabajar, no se le aísla. "Es imposible. No podría trabajar ya nadie. Sólo se te aísla si desarrollas síntomas", dice Vilar, que vivió en primera persona la situación de estar en contacto con un positivo y por eso ahora limita su contacto con pacientes. "Lo intento hacer todo (el seguimiento, las consultas) por teléfono". 

Cuando mira hacia España, la doctora ve lo mismo que vio en Italia hace dos semanas. "Cuando veía las manifestaciones en España me echaba las manos a la cabeza. Ahora parece que ya lo habéis entendido y lo que hay que hacer es mantener eso. Que se quede todo el mundo en casa", concluye.