Mejor con una sonrisa

Madrid

Bienvenidos un día más a esta ‘Ventana’ de la resistencia, de la cuarentena, que tratamos de combatir con la mejor disposición posible, con imaginación, haciendo cosas, redescubriendo otras, compartiendo muchas… pero que no hay duda que va haciendo mella en la moral de todos. Y más que lo hará si los datos no mejoran pronto y si la cuarentena se tiene que alargar.

Digo esto para que nadie se confunda: ni en la radio, ni en casa, ni en ninguna parte tenemos que disimular. Una cosa es dar ánimos, tener una actitud constructiva, compartir historias positivas, estar juntos; y otra cerrar los ojos a la realidad. Lo que nos está ocurriendo es muy grave en términos de salud, gravísimo en términos económicos y además el confinamiento es un palo. O sea, que tenemos todo el derecho del mundo a pasar momento de bajón, de tristeza, incluso a soltar algún grito al niño que no para de dar la brasa, pobre, o al vecino que nos tiene hartos de sus ruidos…

Pero creo que tenemos también casi la obligación de hacer todo lo contrario: de esforzarnos en buscarle la punta positiva a esta situación tan rara, de ayudar a quien podamos, empezando por nosotros mismos, de enfriar el ambiente cuando se calienta, de buscar otros temas de conversación -que los hay-, de intentar en definitiva que esta crisis sanitaria y económica no sea también una crisis de convivencia. Eso sí podemos hacerlo; no depende ni de Pedro Sánchez, ni del doctor Simón, ni de nadie en concreto: depende de cada uno de nosotros.

A veces una sonrisa, un contar a diez antes de responder, unas gotitas de empatía para ponerse en lugar del otro… Igual eso no salva vidas, como lavarse las manos o quedarse en casa, pero puede hacer esta penitencia mucho más llevadera.