La ideología secreta de las películas: de 'El padrino' a 'Matrix'
Entrevistamos a Fernanda Solórzano, crítica de cine, que acaba de publicar 'Misterios de la sala oscura', un ensayo sobre la relación del cine con el contexto social y político de su tiempo
La ideología secreta de las películas: de 'El padrino' a 'Matrix'
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El coronavirus lo ha cambiado todo, incluso el análisis de las películas. Muchos de los estrenos que han pasado por cines estos meses, ahora tienen una lectura diferente. Confinados en casa, sin salir, poniendo en valor los servicios básicos del estado de bienestar y enfocando a los peligros de la sociedad de otra manera. También han cambiado las promociones de los productos culturales: de películas y de libros.
Por eso, Fernanda Solórzano, la crítica de cine mexicana que iba a visitar España para presentar su ensayo sobre el cine, sobre el análisis periodístico y político de las películas, nos recibe desde su mismísimo WhatsApp. "Que bueno escucharos por aquí". Es lo primero que manda para llevar a cabo esta entrevista con la Cadena SER. En Misterios de la sala oscura, ensayos sobre el cine y su tiempo, nos viene a la perfección para reflexionar sobre cómo nuestra circunstancia individual y social hacen que destaquemos unos aspectos y no otros de las películas que más nos gustan.
Ella ha seleccionado una serie de clásicos recientes del cine de Hollywood, como El padrino, Tiburón, El exorcista, Matrix o Taxi driver, para ver los distintos análisis que se han quedado por el camino y que al recuperarlos nos permiten ver la grandeza de esas películas que aportan muchos puntos de vista, además de relecturas actuales que cambian por completo los significados.
Fernanda, es interesante, cómo evolucionan las críticas y las miradas sobre las películas y como el contexto de los países y de las sociedades y los momentos influyen en cómo definimos las películas. Por ejemplo, eso pasa con El Último tanto en París, ¿Qué debate generó entre las feministas entonces y cómo es vista esa película ahora? ¿Ha cambiado mucho?
El caso de El último tango en París es justo ilustrativo de cómo las películas dialogan con su entorno incluso de formas desesperadas. Es una película que, como dices, hasta el momento sigue causando controversia. Por eso me interesó incluirla en el libro. En ese momento tuvo muchísimas lecturas, incluso dentro del movimiento feminista que estaba en pleno auge, la segunda ola en eso años. Había quiénes la rechazaban porque decían que, una vez más, era una película que mostraba a una mujer sometida por el hombre. Pero había otro grupo de mujeres veían en esta película un modelo de mujer que no se parecía a ningún otro presentado en el cine.
No era una mujer beligerante, que desde el feminismo intentara cambiar el statu quo, pero sí que alguien que con su propia sensualidad, sin prejuicios, llevaba a darle la vuelta a los roles de género, dentro de la narrativa de la propia película.
Hubo lecturas muy interesantes, como la de la crítica Pauline Kael, que decía que echaba por tierra el modelo de macho que había representado tanto tiempo Marlon Brando, porque es el personaje de Maria Schneider quién lo mata y él muere de una manera ridícula. Bertolucci se vio desbordado por los debates. Por supuesto él no hizo la película con una mirada feminista, pero sí dio a muchas mujeres otra mirada. Ahora la polémica las dinámicas fuera de una película pueden afectar con cómo se vea la película misma.
En el tema de La naranja mecánica, dices que influyó el clima de violencia, sobre todo muy presente en ciudades como Manchester, ¿cómo hizo que aumentara el éxito de la película?
Con La naranja mecánica sucedió algo inesperado hasta para el propio Kubrick. Manchester fue la ciudad en la que, podría decirse, se originó el fenómeno de las pandillas. Ahí comenzó la revolución industrial, donde grupos de jóvenes, que se habían sentido desplazados de sus familias, llegaban a trabajar a esos centros de producción industrial y formaban sus familias con otros jóvenes, vistiendo igual y compartiendo un mismo código simbólico. Ahí estaba enterrado ese recuerdo colectivo. Cuando se estrena la película, en Inglaterra empiezan a darse esos casos de jóvenes que imitaban el comportamiento de la película y se le acusó de incitar a ello. El libro propone ver cómo eso estaba latente en la sociedad. Es que a veces es muy fácil culpa a una película sin ver qué valores están latentes en la sociedad y salen en cualquier momento.
De alguna manera ese clima social también estaba detrás de Taxi Driver, por ejemplo, o de otras muchas películas. Sin embargo, es curioso, como cuentas en el ensayo, y como vemos cada semana en los medios, que no siempre la crítica es capaz de leer eso, ¿Por qué? ¿Por qué no hay un análisis social en la crítica de cine?
Sí es muy interesante cómo no sale haber un análisis social en la crítica de cine. Creo que ahora está mal visto, se ve como simplón o facción y se prioriza el análisis estético, que también tiene que hacerse. Pero insisten en que las películas dialogan con sus contextos y no ver eso no solo es tener un punto ciego, sino que les quita muchísimo de su riqueza.
Creo que incluso Taxi driver podría tener una reflexión en el Estados Unidos contemporáneo, con el coronavirus.
Pero el personaje de Travis se siente desplazado por otro, percibe que le han quitado sus oportunidades de vida en esta sociedad. Se ha visto, una y otra vez, como quiénes llevan acabo asesinatos masivos tienen ese perfil: hombres blancos, de clase trabajadora que perciben que otros modelos han venido a suplantar al suyo y descargan su ira de formas inesperadas. Es uno de los análisis, solo una de las aproximaciones. Decía que se puede trasladar al momento presente, porque podríamos saber que seguro hubiera sido un votante de Trump. Y es que Trump explotó eso de los inmigrantes quitando oportunidades a los americanos. Propone un arquetipo dentro de esta sociedad.
Siguiendo con Taxi Driver, hablas de la importancia para la película de las biografías de Martin Scorsese, su director, de Paul Schrader, su guionista, Robert De Niro y Jodie Foster, los protagonistas, ¿por qué influyeron tanto?
Considero que Scorsese, Schrader, de Niro y Jodi Foster fueron corredores de Taxi Driver, involuntarios. Cada uno jugó una parte importante y me parece curioso investigar qué aportó cada uno. En el caso de Scorsese y Schrader venían de familias muy religiosas, en el de Schrader todavía más, dentro de una familia protestante muy rígida. Se le prohibió hasta la televisión y cuando tuvo un encuentro con los jóvenes de su edad, tuvo una rebelión total, pero habían quedado impresos en él muchos de los pasajes religiosos que leía con sus padres. Con Scorsese igual. Es sabido que quería ser sacerdote, no lo fue, pero toda la iconografía católica está en sus películas, la redención es el tema de su cine, cada vez es más evidente. Entre ambos crearon a un personaje que se ve a sí mismo como un redentor, como un soldado de Dios -esta es una frase que aparece en la película-.
Hay muchos elementos que se pueden considerar religiosos en la película. Muchos rituales del protagonista, el rescate de la prostituta cuando la lleva en brazos, por ejemplo.
De Niro aportó también cosas a la película, para darle vida a este asesino convencido de sus propias convicciones. En el caso de Jodie Foster fue todavía más extraño. Ella después se vio involucrada en una historia en la que un tirador quiso asesinar a Reagan y la citó a ella como la causa. Pero insisto en que las películas no deben ser culpadas de todo eso.
Las biografías influyeron en otro caso que analizas el de Forrest Gump, la película dirigida por Robert Zemeckis, producida por Steven Spielberg y protagonizada por Tom Hanks, ¿Qué aportó Forrest Gump a la sociedad americana y que le dio la sociedad para que tuviera éxito esta película?
A propósito de Forrest Gump, no es una película que me guste tanto, pero creo que es fascinante para analizar. Muestra cómo el cine de Hollywood es capaz de transformar cualquier cosa en una película edificante y aceptada por una gran cantidad de personas. La novela en la que ese inspira la película es políticamente incorrecta y, de ninguna manera, ahora podría ser llevada al cine tal y como era. Era una buena novela, pero el cine busca llegar a públicos más amplios. Además, estaba el perfil de Zemeckis y Spielbeg, que trasladaron todo eso a un mensaje de aceptación. En esos años, empieza a tomar fuerza el movimiento de personas con discapacidad. Fue una conjunción de factores muy favorable para que se aceptara esta película y la idea de que un hombre con discapacidades por debajo de las que se considerarían ideales -tal y como dice la película- puede conseguir lo que se propone. Esa es la idea que le ha llegado a la gente de la película y la que la ha hecho una de las más exitosas del cine reciente.
Spielberg cambió las normas del cine, lo hizo, como explicas, con Tiburón, cambió la distribución del cine, empezó la era del blockbuster. ¿Por qué caló Spielberg en la población americana? Dices que escondió tras la alfombra todo conflicto de clase, enredos políticos y turbulencias, ¿le anula esto como buen director? ¿No tener ideología no es, al fin y al cabo, tenerla y manipular?
Spielberg escondió bajo la alfombra conflictos de clase, enredos de faldas y turbulencias porque eso hacía que su película tuviera un efecto más inmediato en las audiencias. Lo que buscaban era una experiencia emocional. No creo que eso lo anule como buen director. Ser un buen director implica manejar una cámara y que con pocos recursos te cuente una historia o una secuencia. Utilizar al máximo los recursos del cine y hasta la fecha, tengo que confesar que
Spielberg es de los pocos directores, quizá el único, al que permito que me manipule a sabiendas de que lo está haciendo.
Puede hacer películas que sabe qué botones emocionales está tocando, pero lo hace tan bien, que me entrego. Fue el rey de lograr esto y nadie lo ha logrado como él hasta ahora.
Vamos con otro clásico, El Padrino, de Coppola. Explicas cómo acabó siendo una crítica a la derecha desde posiciones conservadores, un relato que pocas veces se explica así… ¿son conscientes los espectadores de eso? ¿No es también una mirada al fracaso del sueño americano?
El Padrino es uno de los casos más contundentes de películas que parecen una cosa y pueden ser otras, depende de dónde atrapen al espectador. Es una mirada conservadora a la familia, a la solidez de la familia, la lealtad a los vínculos patriarcales, el respeto a códigos; sin embargo, en tanto que sus protagonistas son mafiosos y son criminales parece que es una película desafiante y transgresora. Pero, repito, si se mira desde otro lado,
fue una especie de lobo disfrazado de cordero, que invita a volar al orden que se había pospuesto en la década de los sesenta, donde hubo muchas decepciones sociales.
Fue la época de la pérdida de inocencia en la sociedad americana. Puede ser una mirada, como dices, a la muerte del sueño americano, pero también al triunfo porque es una familia de inmigrantes italianos que lograr llegar a lo más algo, aunque no necesariamente por los métodos buenos.
¿Por qué nos enamoramos de una familia de criminales?
De estos criminales en concreto porque son, de alguna manera, un modelo de código de lealtad y de código familiar y de solidez. Y en tiempos de caos y de incertidumbre eso puede llenar a muchas personas. Los criminales a veces actúan como los que llevan a cabo aquello que los políticos prometen y no cumplen. Son altérelo malignos, pero que hacen lo que se necesita. Me estoy refiriendo a los narcos que a veces benefician a comunidades enteras. De alguna manera esta contradicción lo muestra el problema. Son familias de criminales que siguen normas. Esto ya no ocurre así, esos códigos criminales ya se han roto. Es una contradicción en términos, pero funciona como arquetipo.
Rebajas el éxito de Matrix, película que una generación encumbró, y cuentas que la filosofía de la película tenía más que ver con la identidad de las creadoras, ahora las hermanas Wachowski, que con otra cosa… ¿por qué?
No sé si estoy de acuerdo con que rebaja el éxito de Matrix. Como parte de esta generación que la encumbró, también estoy llena de referencias. Croe que no hay una sola persona de mi generación a la que le guste el cine que en algún momento de su vida, en alguna conversación no haya citado Matrix para hablar de algo incluso no relacionado con el cine. Además de toda la innovación tecnología, que propuso todos los efectos visuales.
En ese momento se le dieron muchas lecturas filosóficas porque por supuesto la tienen. Lo que propongo es que la película contiene un mensaje, un subtexto de liberación y de búsqueda de identidad y que era los que estaba sucediendo con sus creadoras, en ese momento creadores, que estaban asumiendo la identidad transgénero. Uno de sus directores en el proceso de producción lo estaba buscando, pero no lo había hecho público. En el arte es donde se ensayan y se exploran formas de vivir ideales y la creación sirve para experimentar otras formas de vida. Siendo esto la forma máxima de libertad, poder habitar la identidad con la que cada quién se identifica.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...