Público o privado

Madrid

De acuerdo. Seamos buenísimos y sigamos nuestros propios consejos: no hablemos de política, no tratemos temas partidistas y ni se nos ocurra mencionar a Pedro Sánchez, Pablo Casado, Santiago Abascal y otros compañeros de pupitre. Al virus hay que vencerle entre todos y sobran arengas a favor o en contra. Vale.

Hagamos otra cosa: hablemos de ideología. ¿Suena fuerte? ¿Demasiado solemne? Podemos aligerar la discusión y dejarla, por ejemplo, en una sencillísima distinción entre algo tan de andar por casa como lo público y lo privado. Punto de delirio febril del Ojo: Cojamos el coronavirus y veamos qué está ocurriendo. ¿Han visto ustedes a las grandes corporaciones mundiales, Microsoft, Google, Apple, Samsung, pero también a las grandes fábricas de coches, a las gigantescas petroleras, a las generadoras de energía, poner todos sus millones en mitad de la plaza pública para decir aquí estamos, somos los amos del universo, ahí tienen nuestra ayuda?

Y a tanto ideólogo ultraliberal, desde Trump a Johnson, ¿se les ha ocurrido otra cosa que no sea echar mano del dinero público? Cuánto saben, y cuánto ignoramos.