¿Puedo mudarme durante el estado de alarma?

Madrid

En solo unos días termina el mes de marzo y esta situación excepcional que vivimos ha pillado a mucha gente a mitad de procesos vitales tan importantes como cambiarse de casa. Con el estado de alarma y la obligación de quedarnos en casa para evitar la propagación del virus, surgen dudas: ¿puedo hacer los trámites que tenía previstos para vender mi casa, para comprar una nueva o para cambiarme a otro piso de alquiler?

José Luis Lledó, vicepresidente del Consejo General del Notariado, recuerda que los notarios sí que siguen abiertos porque son un servicio público y de interés general. Pero con dos matices importantes: solo atienden con cita previa y los casos urgentes.

Desde la Federación Española de Empresas de Mudanzas, su presidente Juan Luis Feltrero ha dicho que legalmente sí se pueden hacer mudanzas estos días, pero que no se debería. “Creemos que es un riesgo grande porque no podemos cumplir todas las medidas de seguridad que se exigen. En una mudanza suelen trabajar, de media, 4 personas. Y por mucha protección que llevemos (guantes, mascarillas…) es muy difícil mantener la distancia de seguridad de un metro y medio: piensa en el desmontaje de muebles, en el embalaje… y ya ni te cuento para bajar cosas de peso”.

Sobre el futuro del mercado inmobiliario, Juan Fernández-Aceytuno, consejero delegado de Sociedad de Tasación ha explicado que en situaciones así el parón del mercado es muy profundo. “Ahora mismo solo quedan transacciones residuales, cosas que ya estaban pactadas de antes. Lo normal es que durante uno o dos meses el mercado inmobiliario se pare y que pasado ese tiempo todo vuelva a funcionar. La gente va a ser, probablemente, más prudente con las operaciones”, ha dicho. “Dependiendo de cuánto y cuando paremos la economía del país, así será el futuro. La crisis sanitaria no la vimos venir y no la pudimos parar a tiempo. Una crisis económica sí podemos tratar de frenarla. Por eso yo creo que las medidas que se han tomado son las adecuadas. Parar aún más la actividad económica sería contraproducente, porque pasar de ahí a la plena actividad sería duro y costoso, solo alargaría el proceso de recuperación”