Las sonatas de Beethoven suenan por Skype

Madrid

El confinamiento no está siendo sencillo para nadie, tampoco para James Rhodes. El pianista echa de menos el contacto humano, aunque mantiene el contacto con sus vecinos "a través de mensajes y torrijas". Han sido ellos los que le han pedido por favor que no deje de sentarse al piano para amenizar los días a la comunidad. Un buen ejemplo de que la música, tampoco en esta circunstancias, descansa.

Estos días centenares de profesores han intentado mantener las clases con sus alumnos a través e Internet y evitar así retrasarse en el calendario escolar previsto. Pero con el cierre de escuelas, institutos y universidades, muchas de las clases particulares que ocupaban las tardes de nuestros hijos han pasado también impartirse de manera online. Entre ellas, por supuesto, las clases de música.

Alfonso Peciña es profesor de piano en el Conservatorio Jacinto Guerrero de Toledo y cuenta que "todos los alumnos han querido mantener las clases mediante videoconferencia. Es una herramienta muy útil que ya utilizábamos antes para avanzar entre clase y clase". Pero la enseñanza a distancia no siempre es fácil, por eso "dependiendo del nivel hacemos la clase en directo o les pido a mis alumnos un vídeo en el que interpreten la obra, así puedo observarlo con detenimiento y corregir los fallos para seguir avanzando". ¡Que la música no pare!