Esto no es una guerra

Madrid

Aquí seguimos un día más a esta ‘Ventana’ de la resistencia, el confinamiento… y la hibernación económica. Ya no nos falta de nada. A pesar de lo cual yo sigo pensando que nos sobra algo: el uso y abuso del lenguaje y las metáforas bélicas para describir lo que no está pasando. ¡Esto no es ninguna guerra! Es una emergencia sanitaria. Como nunca antes habíamos conocido, es verdad; pero es un problema de salud, con costes enormes tanto en vidas como en repercusiones económicas, de acuerdo; pero no es una guerra.

Digo esto porque la retórica de batallas, ofensivas, soldados y ejércitos, además de ser inadecuada, simplifica el análisis de algo mucho más complejo. Porque en una guerra matas o te matan: no hay término medio; unos ganan y otros pierden. Aquí no: aquí podemos perder todos.

El enemigo a batir es un bicho microscópico que ha conseguido poner en cuestión todo el orden mundial: los sistemas sanitarios, los circuitos productivos, la globalidad política, el desorden demográfico, la desigualdad, los egoísmos nacionales, el dilema ético de cómo salvar vidas sin hundir la economía… No, esto no es una guerra.

Y no necesitamos cuentos de soldaditos sino transparencia en los datos, eficacia en la gestión y lealtad de los que hoy no mandan. El resto: disciplina social, solidaridad, empatía y resiliencia ya lo ponemos los ciudadanos. Y sin pegar ni un tiro.