El día que el Dalai Lama cruzó la frontera por última vez
Vivimos un momento en el que apenas podemos salir de casa, pero hace 61 años al Dalai Lama lo echaron de la suya
Quedarte encerrado en casa puede resultar bastante duro, pero peor es que te echen de tu casa, la destruyan y no puedas volver a tu tierra nunca más. Esto o algo parecido estaría pensando hace 61 años el Dalai Lama, que el 31 de marzo de 1959 cruzó la frontera entre el Tíbet y la India por última vez.
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El líder espiritual y político de los tibetanos llevaba dos semanas desaparecido. O, mejor dicho, haciendo todo lo posible por pasar desapercibido. Porque a la extrema dificultad de cruzar el Himalaya se le había sumado la necesidad de evitar a los militares chinos que lo estaban buscando.
Él y un séquito de 20 personas habían huido de Lhasa, la capital tibetana, el 17 de marzo. Una semana antes, el ejército chino había entrado para aplastar la revuelta de los tibetanos, que pedían mayor autogobierno. No se sabe la cifra exacta de tibetanos que murieron, pero se cree que fueron decenas de miles. Además, deportaron a todos los hombres en edad militar fuera de su Tíbet natal y destruyeron el antiguo palacio de verano del Dalai Lama, construido en el siglo XVIII.
Pese a que el 31 de marzo de 1959 debió ser un de los días más duros en la vida del Dalai Lama, que entonces tenía sólo 23 años, también fue un día de esperanza para los tibetanos. Sabiendo que estaba vivo, podían seguir teniéndolo como guía espiritual y político. 61 años después, lo sigue siendo.