El confinamiento en la España rural: "Es el momento de estar en la misma trinchera"
Conocemos la historia de Patricia, una médico rural que echa de menos a sus pacientes habituales; de Carlos, que ha cambiado su traje de presidente de la Cámara de Comercio por el de conductor de ambulancias, y de Yolanda, que está viendo la cara más dura de esta crisis
El confinamiento en la España rural: "Es el momento de estar en la misma trinchera"
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Estos días, con España paralizada y confinada en casa, hemos parado en 'Hoy por Hoy' para hablar con trabajadores del mundo rural, que han visto como sus vidas también han cambiado radicalmente.
Es el caso de Patricia, una médico rural de la provincia de Granada que ha pasado de atender a los vecinos de varios pueblos a implicarse en la lucha contra el coronavirus. Dice que echa de menos acudir a visitar sus pacientes habituales, pero afirma que ellos tienen su teléfono y siempre saca un hueco cada día para llamar a quien la reclama.
En cuanto a su "nueva tarea", cuenta que con sus compañeros hablan de que "ven la cara más humana de la trinchera" cuando van a visitar a pacientes convalecientes con síntomas de coronavirus. "Hay algunos que no quieren abandonar su hogar aunque tengan que recibir atención en el hospital. Dicen que no quieren morir solos o tienen que atender a su pareja", explica en un relato durísimo Patricia.
En Asturias, Carlos Paniceres hasta hace pocas semanas vestía cada mañana el traje de presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo. Pero cuando toda la crisis hizo saltar por los aires las rutinas de las personas, se enfundó en un traje de conductor de ambulancia y comenzó a ayudar en el traslado de pacientes. "Es un momento de dar ejemplo y de estar en la misma trinchera", cuenta Carlos, quien regresaba a la que un día fue su profesión para "colaborar en todo lo que les pide el sistema de salud".
En la tienda de ultramarinos de Yolanda lo normal sigue siendo la compra de la gente: un poco de pan, verduras, fruta o embutido. Lo anormal es la forma de comprar: "La gente tiene que esperar en la puerta", explica Yolanda, quien indica que los vecinos le hacen pedidos por teléfono.
Pero también está viviendo la cara más cruda de esta crisis, la de aquellos que no disponen de recursos y reclaman ayuda para poder sobrevivir estas semanas. "Hay familias que escriben por WhatsApp que lo están pasando fatal", señala Yolanda.