Los Pactos de la Moncloa: El Musical

Hay poco cine meramente político sobre los años de la Transición. Sí hay un cine social, que miraba a todo lo que ocurría en el tardofranquismo y en los inicios de la democracia. Un cine casi psicoanalítico. El de Saura, Gutiérrez Aragón, Gonzalo Suárez. Y luego ejemplos más sonados de cine político, como El diputado de Eloy de la Iglesia, o la analítica Siete días de enero de Juan Antonio Bardem.

Después de eso, décadas de no ver las cuestiones meramente políticas en la gran pantalla. Hasta que en 2013, solo dos años después del 15M, movimiento que puso patas arriba el análisis oficial de la Transición, estrena película Daniel Castro. Ilusión es una comedia, de bajo presupuesto, protagonizada por su propio creador. Es un cineasta iluso, feliz, optimista, que quiere que el mundo sea mejor. Por eso pretende levantar, dentro del cine español, un musical sobre los Pactos de la Moncloa.

Ahora que tanto se habla de aquellos pactos, qué mejor que volver a ellos a través de esta cinta. "Lo que necesita este país es ilusión", dice el protagonista, un trasunto de su creador. Aquellos eran los días en los que las cifras del paro no paraban de subir, la prima de riesgo era nuestra peor pesadilla y la transición era rechazada por las nuevas generaciones. "El país atravesaba una situación como la actual y se unieron para salir adelante. ¿No le parece apasionante ver a Carrillo y a Suárez bailando y cantando?", intenta vender el protagonista su guion a un famoso productor español.

Hay canciones sobre Carrillo, sobre Suárez, pero también sobre uno de los temas que más dio que hablar entre la izquierda en aquellos años, los perjuicios sindicales que trajeron aquellos Pactos de la Moncloa. Una canción sobre las protestas sindicales que dice así: "Trabajadores, trabajadores, nosotros levantamos el país".

Hay un momento en el que el personaje de Castro se levanta, se mira en el espejo y ve que algo no cuadra. De repente, todos los mitos fundacionales de la España contemporánea se tambalean. Igual que se tambalea su proyecto, el de hacer una película. Todo en Ilusión se sustenta en ver las costuras de este intento de cineasta. Es como si lo más serio de nuestro pasado solo fuera motivo para un musical de medio pelo. Quizá la película esté mostrando, sin quererlo, eso que explica uno de los mejores analistas de la izquierda en la Transición, Juan Andrade. "La desideologización que durante la Transición experimentará una parte de la izquierda se dejará sentir en forma de desencanto y salida posmoderna, pero también en la reconversión a esa nueva ideología tecnocrática".

La cinta cuenta con secundarios como la actriz Bárbara Santacruz, el actor Miguel Rellán, o cineastas como David Trueba, Víctor García León o Félix Viscarret. La película se estrenó en la sección paralela Zonazine del Festival de Málaga 2013, donde ganó varios galardones: la Biznaga de Plata a la Mejor Película, la Biznaga de Plata al Mejor Guión y la Mejor Película para el jurado de las Escuelas de Cine.